miércoles, 12 de octubre de 2016

Cerro de la Cruz de la Misión: Historia de un despojo al pueblo de Taxco

Cerro de la Cruz de la Misión: Historia
de un despojo al pueblo de Taxco

Por Juan Manuel Millán

Hotel Posada de la Misión, en Taxco.
El despojo del conocido cerro de la Cruz de la Misión ubicado en Taxco, es testimonio fiel de cómo operaban algunos personajes identificados con el espionaje nazi en México, al menos directamente con la administración de Manuel Ávila Camacho.
Y es que hace poco más de medio siglo, se desconocía cuáles eran las poderosas razones que influyeron para dejar sin patrimonio histórico, no solamente a los taxqueños y guerrerenses, sino a todos los mexicanos; es decir, del vestigio de las primeras incursiones de frailes franciscanos, simbolizado por una enorme y vistosa cruz de madera, colocada en la entonces provincia tributaria de los mexicas, llamada Tlachco y que el supuesto hallazgo de “piezas estaño” en Tlatelolco, llevaron a Hernán Cortés a colonizar lo que en las siguientes décadas sería el Primer Real de Minas, en el hoy municipio Taxco de Alarcón.

Antecedentes 

Durante la conquista de México por los españoles, llegó a Taxco una misión de frailes franciscanos, precisamente un 3 de mayo, y estando en el cerro, que no distante al centro de la localidad y al oriente de la misma, plantaron una tosca cruz de madera, sirviendo este lugar como centro de partida de un cuadrilátero, que extendiéndose por los cuatro puntos cardinales, sirviera como base de la fundación de la nueva ciudad de Taxco, pues en ese tiempo existía al Suroeste el pueblo de Tlahuica, conocido hoy con el nombre de Taxco el Viejo, en donde los indígenas extraían diversos metales.
En este montañoso lugar había en aquel entonces dos barrios indígenas, llamados, uno: de “Acayotla” (hoy de Guadalupe); y el otro: de “Tetelcingo” (hoy de la Santa Veracruz).
Años posteriores, vinieron sucediendo una serie de cruces que los elementos naturales destruían y sustituían debido a la piedad de nuestros antecesores. Pero en el año de 1872 y con motivo de la visita de otra misión de frailes franciscanos, se erige una ermita en el mismo lugar en que se localizara la Cruz donde la tradición y veneración del pueblo de Taxco concurre desde siglos atrás, constituyendo así el lugar de recreo y paseo por antonomasia.
Conocido con el nombre de Cerro de la Cruz de la Misión desde los viejos tiempos de la Colonia, el pueblo de Taxco tradujo aquel lugar en sitio para romerías, jaripeos, eventos deportivos, lunadas y otras actividades cívicas y sociales, como banquetes y ceremonias civiles y religiosas.
Al fin de la Revolución de 1910, las autoridades municipales inician una serie de actos con el propósito de embellecer la plazoleta del “Cerro de la Cruz de la Misión”, y hacen así más agradable el Cerro de la Cruz, como tradicionalmente se le llama.
Así tenemos que en 1919 y antes, se hacen plantaciones de árboles de ornato, siendo presidente municipal Melitón Gómez.
En el año de 1925 se acuerda dotar de agua potable al Cerro de la Cruz de la Misión y se inaugura el parque y paseo “General Héctor F. López” y se invierten en la obra 150 pesos. Fungía como presidente municipal, el señor Antonio E. Pineda.
En el año de 1928 se declara hijo predilecto de la ciudad de Taxco al señor licenciado Luis Montes de Oca, por los grandes beneficios recibidos de su parte y se le brinda un banquete en el Cerro de la Misión.
En el año de 1929, llega a esta ciudad el primer automóvil y se lleva a cabo una animada romería en el cerro Cruz de la Misión.
En ese mismo año de 1929, se asigna a la calle que conduce el cerro Cruz de la Misión, el nombre de: Calle de la Cruz de la Misión (actualmente cambiado arbitrariamente por el de camino de Elena Razo).
En el año de 1933, siendo presidente municipal de Taxco, Rafael Mastachi Parra, se hace la siembra de árboles de casuarina, con la finalidad de seguir el embellecimiento del cerro Cruz de la Misión.
Por el año de 1935, el finado señor José J. Razo adquiere en propiedad lo que en la actualidad forma el Hotel Posada de la Misión y laderas adyacentes, NO ASÍ LA ERMITA, PLAZOLETA Y CALLE DEL CERRO DE LA CRUZ DE LA MISIÓN (sic), según se desprende por su vendedora la Compañía Fomento de Bienes Raíces, compradora a su vez, de los señores Luis Berriozabal y Tomás Sauders; carta por la cual se reconoce expresamente que la operación de compra y venta no comprende los lugares antes dichos.
Cuando fue construido el hotel Posada de la Misión, a la vera de la calle de la Cruz de la Misión y que da acceso a la Plazoleta y ermita del mismo nombre, los vecinos de esta ciudad no tuvieron dificultad alguna de continuar las prácticas tradicionales de paseos, romerías, deportes, actos cívicos y religiosos, etc.
En una sección de los terrenos del Cerro de la Cruz de la Misión, se estableció el hotel de la Misión, que originalmente se compró de manera legal en 1934, pero con influencia de sus propietarios, lograron algunos arreglos con los ex presidentes de municipio de Taxco, Enrique Reyes (1945 y 1949) Felipe Valle (1950) y Enrique Caballero Aburto (1953-1956), pero no lo lograron con el Presidente del Consejo Municipal, Miguel Domínguez Quinto y su suplente, Deciderio García (en 1948, ambos propuestos por el PAN) ni tampoco pudieron con el priísta Manuel Castrejón Gómez (1956-1957).  
Sin embargo, con el paso de los años, algún alcalde de la actualidad se prestaría a dejar formalmente registrado en el Catastro Municipal, la adjudicación de esos predios de la Ermita y Cerro de la Cruz de la Misión
Pero también lograron acuerdos con los gobernadores: Baltazar R. Leyva Mancilla (1945-1951) y Alejandro Gómez Maganda (1951-1954), Dario L- Arrieta Mateos (1854-1957) para hacerse de la histórica ermita, en la que frailes franciscanos colocaron la Cruz de la Misión, en el siglo XVI. Incluso, los gobiernos de Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán Valdes, se prestaron al engaño a los taxqueños.
A raíz del matrimonio de la señora Elena Razo de Trawitz Amézaga, heredera del hotel Posada Misión, las dificultades menudearon, al grado de que el teniente, Trawitz Amézaga, pistola en mano despojaba a los jovencitos que iban a practicar algún deporte.
En el año de 1937, siendo Presidente Municipal el señor Serafín Jiménez, y Presidente de la Junta de Conservación de la ciudad de Taxco, el señor Francisco Meléndez, al tratar de construirse un arco sobre la calle de la Cruz de la Misión con el propósito de cerrar el paso a ésta, se les hizo saber a los propietarios del Hotel Posada Misión que tal procedimiento era ilegal y lesionaría gravemente los intereses del pueblo; no obstante lo anterior y desobedeciendo el mandato municipal, se realizó la construcción del referido arco.
Finalmente y para liquidar la intentona de despojar al pueblo de Taxco de su más bello paseo, bajo el arco que arbitrariamente fue construido, se instalan en reciente fecha rejas de fierro que impiden el libre acceso al pueblo al Cerro de la Cruz de la Misión.
El día 3 de mayo, a raíz de la organización de la tradicional festividad y romería de la cruz, que años tras año se celebra en el cerro y Ermita de la Cruz de la Misión, la señora Elena Razo de Trawitz Amezaga, mandó llamar al señor Dimas Reyes, presidente de la Mesa Organizadora en este año de dicha fiesta, manifestándole terminantemente que no permitiría la acostumbrada celebración, porque el inmueble de referencia era de su exclusiva propiedad.
Grave conmoción se levantó en la conciencia del pueblo y se pidió la intervención inmediata de la autoridad municipal como única representativa de los intereses de la localidad y de sus vecinos, y ésta exhortó a los integrantes del Comité de Defensa del Pueblo, para obrar con toda serenidad y buen juicio en la certidumbre que la razón y la legalidad resolverían ente asunto.
Ante la omisión de la autoridad municipal, representada por Enrique Caballero Aburto, hermano del ex gobernador Raúl Caballero Aburto, los vecinos de los barrios adyacentes procedieron a organizar una manifestación de mucha protesta, portando cartelones alusivos que conducían mujeres y niños de todas las clases sociales. 
El Comité de Defensa del Pueblo estaba conformado por las siguientes personas:
Presidente, Francisco Torres Moreno; Vicepresidente, Agustín Millán Brito;Secretaria, Margarita Domínguez I., Vocales, Filadelfo Mota, Fernando Pérez, Isaura Gómez, Manuel C. Guerrero, Rosa Revilla, Amancio Reza, Catarino Villejo, Lucía García, Miguel Urbina, Desiderio García, Elpidio Ramírez, Guillermina García y Simón Fuentes. 

La manifestación en Taxco en 1955

En mayo de 1955, al señor Dimas Reyes, uno de los guías de turistas más conocidos en Taxco, se le retiró su credencial oficial de guía, debido a que divulgó que la señora Elena Razo advirtió que ya no iba a dar permiso para que los pobladores de Taxco entraran al Cerro a celebrar el día de la Santa Cruz.
Elena Razo solicitó al señor Gustavo Ortíz Hernán, jefe de la Dirección de Turismo Federal, que le fuera retirada la credencial al señor Dimas, ya que la propietaria del hotel Misión, no quería que se enterara la población antes del festejo del 3 de Mayo.
El 2 de mayo el señor Dimas solicitó su cooperación de la señora Elena para el mencionado festejo que se venía celebrando, pero en respuesta la señora Razo, dijo que no cooperaría y demás no daría permiso para entrar a nadie.
Asimismo, el jefe de la Oficina Federal de Hacienda, Manuel L. Turcio, pidió al presidente del Comité de Festejos, Tomás Ronces y al secretario Pablo Ortega, que le mostraran el permiso que días antes había obtenido Dimas Reyes por parte de la Presidencia Municipal, encabezada por el señor Manuel Castrejón (además dueño de la franquicia de la Coca Cola)
El funcionario federal, les pidió el oficio de autorización del Ayuntamiento, y sin ser esa su facultad, les dijo que si querían hacer algún festejo, antes tenía que pedir permiso a la señora Elena Razo. Al mismo tiempo, Turcio mostró un telegrama dirigido a la Secretaria de Gobernación, con fecha de 28 de abril, preguntando si se podía darse permiso a los taxqueños para que celebraran una misa en la ermita del Cerro de la Misión, Pidió a los representantes del Comité de Festejos que esperaran hasta las 5 de la tarde del día 3 de mayo, “para que Gobernación diera el permiso”.
Desde las primeras horas de la madrugada del 3 de mayo, llegó la música de viento a la puerta del hotel Misión, como de costumbre. A las 7 de la mañana llegaron las primeras familias, pues el Comité de Festejos distribuyó cientos de volantes en el municipio, invitando a los pobladores a su tradicional fiesta.
“El Cerro de la Misión es Patrimonio del Pueblo”, ”Los Taxqueños dispuestos a hacer valer nuestros derechos”, “El Pueblo de Taxco exige la Defensa de sus Intereses”, “El Pueblo de Taxco pide a las autoridades ordene sean retiradas las rejas de Nuestro Cerro de la Misión”, así como también, a la entrada del hotel se comentaba sobre el contubernio que existía entre el gobernador Alejandro Gómez Maganda y del jefe del Departamento de Turismo, Gustavo Ortiz Hernán, quienes gozaban de un espacio muy privilegiado en la hospedería, al igual que el presidente Miguel Alemán.
Actualmente el lema del hotel (2016) en su portal digital, es el siguiente:
“QUIENES SOMOS Fomentar al Turismo es hacer Patria. 1940-2005 HISTORIA DE LA "POSADA DE LA MISION" La propiedad conocida en Taxco como Cerro de la Misión (ya que en la cima existe una ermita) fué adquirida en 1936 por Don José J. Razo, con la idea fundamental de construir centros turísticos desde la frontera Norte hasta el Sur. En 1936, Elena Razo, ante el infortunado suceso de muerte de su padre, abandonó sus estudios en Alemania y regresó a su Patria para constituirse en continuadora de la obra monumental y visionaria de su padre. A pesar de su juventud realizó esa obra gigantesca con tesón y con talento. Se dice que la fe mueve montañas y en este caso justamente toda una montaña ha sido removida no sólo para dar asiento a las numerosas dependencias e instalaciones de la Posada, digna de destacarse, es que la obra en su conjunto, está ceñida a los más puros lineamientos mexicanos. La Posada de la Misión, se inauguró en 1940, y sesenta años después continúa la labor de la Sra. Elena Trauwitz de Berger y su esposo Sr. Henry Berger Schmidt, quienes la han posicionado como una de las más destacadas y sobresalientes corporaciones turísticas del Estado de Guerrero. Su finalidad es la de seguir sirviendo a México a través del Turismo. (SIC)

¿Fomentar el turismo de esa manera, es hacer Patria?

Sin duda, el hotel de la Misión es uno de los más buscados por el turismo nacional y extranjero. En el interior se encuentra una excelente obra del escultor Juan O´Gorman.
Varias de sus habitaciones cuentan con excelente vista hacía la iglesia de Santa Prisca y hace un par de años, uno de sus arrendatarios de un bar, encontró lo que al parecer es la única mina pre-colonial en México, misma que se encuentra en proceso de certificación por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)
Se trató de una lucha auténtica y legítima, encabezada por el pueblo de Taxco, por varios años y que había tenido conocimiento los presidentes de la República: Lázaro Cárdenas del Río, Manuel Ávila Camacho, Miguel Alemán Valdés y Adolfo Ruíz Cortínez, y supuestamente manifestaron el interés de regresar esa propiedad a los taxqueños, pero al final, los nuevos propietarios de la hospedería (a partir de 1935) que empezaron la trama (en 1947) para quedarse con los terrenos que pertenecían a la Ermita y que no formaban parte de la compra-venta hecha en 1936, por José J. Razo, padre de doña Elena, se quedaron con el espacio que sirvió de veneración de la Santa Cruz durante algunos siglos, siendo además el sitio de festejos deportivos y sociales, un lugar de recreo y esparcimiento por antonomasia.

Pero ¿quién influyó ante los tres órdenes de gobierno?

Los integrantes del Comité Pro- Defensa del Pueblo, ya no supieron quién fue el presidente de México que influyó en el despojo final del Cerro de la Misión, aunque si se fueron a la tumba convencidos de que, tanto autoridades municipales como mandatarios estatales y ex presidentes de México, había influido para que el hotel La Misión se hiciera mañosamente de terrenos que no le correspondían.

¿La relación pro- nazi en México sirvió para el tráfico de influencias en el Cerro de la Misión?

Al consultar una nota publicada en un portal (http://www.enlacejudio.com/2013/07/02/el-ejercito-de-hitler-fue-alimentado-con-petroleo-minerales-mexicanos/), que tenía como titulo: “El Ejército de Hitler fue alimentado con petróleo y minerales mexicanos, causó mi interés saber cuáles y de dónde eran los minerales, pensando en mi natal Taxco de Alarcón.
En la nota de Benjamín Laureano Luna, se señala que: “Diversos políticos mexicanos relacionados con los nazis de Alemania, fascistas de Italia e imperialistas de Japón, formaron un conjunto que respaldó el apoyo a Hitler, tales como el general brigadier, Francisco Javier Aguilar González -ex Embajador de México en la Francia de Vichy, ocupada por los nazis, también acreditado en otros momentos en Japón, China y otros lugares, cumplió una misión confidencial en Alemania y al retornar, trajo al joven agregado militar mexicano, Roberto Trauwitz Amezaga, adscrito a la Embajada de México en Alemania, en donde se identificó con el nazismo y en México fue nombrado ayudante del Presidente Ávila Camacho; Gonzalo N. Santos, ex gobernador de San Luis Potosí; Donato Bravo Izquierdo, ex gobernador de Puebla; Miguel Alemán, ex gobernador de Veracruz; Maximino Ávila Camacho, ex gobernador de Puebla. El general Ramón Fernando Iturbe; el coronel Bolívar Sierra, productor y acaparador de mercurio. Incluso el popular candidato presidencial, general Juan Andreu Almazán, fue filonazi.

¿Roberto Trauwitz Amezaga??

Si, efectivamente se trata del ex esposo de la difunta señora Elena Razo Maciel, dueña del hotel Posada Misión en Taxco y viuda del que fuera teniente del Ejército Mexicano y Secretario Particular de Manuel Ávila Camacho, Roberto Trauwitz Amezaga.
En ese tiempo, dice la nota de Benajamín Laureano, “operaban en México agentes secretos nazis de la Gestapo, dirigida por Himler y de la Obwehr, inteligencia militar dirigida por el almirante Wilhelm Franz Canaris; George Nicolaus, Hans Hellerman, Friedrich Kart Von Schelebrugge (“Morris”-“Ernesto”, nombres en clave), que se instaló en la calle de Donato Guerra 14-A, con Apartado Postal 1006; Walter Baker (con sede en Tampico, desde donde reportaba el movimiento marítimo); Carlos Retelsdorf, con radio transmisora en Coatepec, Veracruz para comunicarse con Berlín.
Los planos fueron reducidos al tamaño de un punto mecanográfico (.) y por correo, debajo del timbre postal, llegaron a Berlín informes sobre el desarrollo industrial y armamento de EE.UU., para examinar los datos, usando microscopio, se amplió el punto y se tuvo pleno conocimiento de los planos, de fotografías de documentos y de comunicados.
Fueron enviados informes sobre el campo aéreo en Borwood, Terranova, Canadá, zona muy cercana a Inglaterra; Nicolaus, con el apoyo japonés, tenía información sobre el movimiento marítimo en el Canal de Panamá, paso marítimo estratégico contemplado en los planes de los espías ubicados en México, para ser saboteado en caso necesario, conforme al Proyecto 14.
Muy eficaz para los espías fueron las relaciones amorosas de la actriz cinematográfica alemana Katharine Hilde Krueger Grossmann, conocida como “Hilda Kruger”, la cual tuvo relaciones con Adolfo Hitler y con Paul Joseph Goebbels, los cuales la dieron de alta en el servicio secreto, la enviaron a Londres, después a EE.UU., en donde continuó su carrera de amoríos, relacionándose con el millonario Paul C. Von Gontard, de la empresa cervecera Budweiser, pretendiéndola para fines matrimoniales; luego con el millonario Jean Paul Getty, empresario petrolero que le vendía crudo a Hitler; al recibir Hilda, órdenes de Berlín para trasladarse a México, Getty se comunicó con Ezequiel Padilla, Secretario de Relaciones Exteriores, solicitándole autorizar el ingreso a México de su “amiga”, Hilda Kruger y así se hizo. Continuó su exitosa carrera amorosa con Ramón Beteta, entonces Subsecretario de Hacienda y Crédito Público, luego con Miguel Alemán, Secretario de Gobernación y luego con otros.
Hilda fue una poderosa palanca para obtener petróleo mexicano y minerales estratégicos: mercurio -para producir fulminato de mercurio, detonador de las explosiones de mayor poder, utilizado además para producir armas químicas-, hubo incluso misteriosos asesinatos de mineros para despojarlos de su mercurio; aluminio para el uso en aviones, pero además para producir la “bomba incendiaria”, combinando aluminio, magnesio, óxido de hierro, nitrato de potasio y sulfuro, elementos que juntos logran elevar la temperatura a 2,000 grados centígrados; arsénico -para la Gestapo y para otros usos-; cobre, antimonio, cadmio, cobalto, grafito, plomo, manganeso, vanadio, hierro, mica, molibdeno, estaño, tungsteno, potasio y otros productos. Estas materias primas eran básicas para la fabricación de armamentos, para la producción de gases para la guerra química y para el exterminio de judíos en los campos de concentración.
Para debilitar a la juventud de Estados Unidos, los nazis estimularon el tráfico de drogas, participando en esta labor colombianos, peruanos y mexicanos, así como bancos, militares y políticos. Estos actos se desarrollaron al amparo de la “neutralidad” de México.
La escuadra y aviación japonesa sorpresivamente atacaron Pearl Harbor (Bahía Perla) y hundieron muchas naves de Estados Unidos, lo que originó que Washington entrara a la Segunda Guerra Mundial.
El 13 de mayo de 1942, el submarino alemán U-564 tipo VII, comandado por el teniente naval, Reinhard Suhren, hundió al barco petrolero mexicano “Potrero del Llano”, que transportaba 37, 358 barriles de petróleo. Después, el 21 de mayo, el submarino alemán U-106 tipo IX C, al mando del capitán, Hermann Rasch, hundió al barco petrolero mexicano “Faja de Oro”, hechos que condujeron al Presidente Manuel Ávila Camacho, a convocar al Gabinete, decidiendo por mayoría que México declarara la guerra al Eje nazi fascista, con los votos en contra del general Heriberto Jara, Secretario de Marina y de Miguel Alemán, Secretario de Gobernación.
Los integrantes del Comité Pro-Defensa del Pueblo, Francisco Torres Moreno, Agustín Millán Brito, murieron en las siguientes décadas, sin conocer cuál eran las fuerzas políticas que en el fondo no permitieron que el espacio de la Cruz de la Misión fuera devuelto al pueblo, a pesar de la promesa presidencial.
En el texto resumen de una futura publicación, de Juan Alberto Cedillo, titulada: “México fue centro de espionaje nazi”. Habla sobre otras “actividades que realizaron agentes de la Abwehr en México para apoyar, desde la frontera norte, un plan de Hitler que tenía como objetivo atacar a los Estados Unidos en su propio territorio: la Operación Pastorius.
Esta investigación está sustentada principalmente en documentos desclasificados por el Archivo Nacional de Washington; reportes de la Galería Dos del Archivo General de la Nación; Informes diplomáticos del Archivo Histórico Genaro Estrada de la Secretaría de Relaciones Exteriores y expedientes militares del Archivo Histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional. 
En el reporte,  se menciona que, “durante sus cónclaves privados en Monterrey, los Presidentes Manuel Ávila Camacho y Franklin D. Roosevelt discutieron estrategias para la defensa de sus fronteras y la seguridad de ambas naciones.
Sin embargo, esos planes fueron conocidos por el disminuido aparato de espionaje alemán, ya que el traductor oficial fue un agente nazi incrustado en la oficina de la Presidencia, un teniente de nombre Roberto Trauwitz Amezaga.
(La presente información forma parte de uno de los capítulos del libro que presentara el autor a inicios del año 2017)

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