domingo, 16 de abril de 2017

Fuego Político * Zapata vive… Por: Enrique González Guerrero

Fuego Político

* Zapata vive…

Por: Enrique González Guerrero 

Enrique González. Periodista.
El diez de abril de 1919  las filas zapatistas se cubrieron de luto  al conocerse el vil asesinato del general Emiliano Zapata por las fuerzas constitucionales que encabezaba el general Jesús Guajardo en la comunidad de Chinameca, Morelos.
Su muerte puso en entredicho el cumplimiento del  artículo 27  plasmado en la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos en 1917,  en la cual quedó asentado la repartición de los latifundios que de manera indebida se habían formado en el país, despojo que fue la causa principal de la lucha de los campesinos que siguieron al general zapata, la disposición constitucional de adoptar los ejidos como una forma de organización para la producción en el campo estaba en peligro con la muerte del hombre que hasta el último momento lucho por la causa campesina; situación que hasta nuestros tiempos aún sigue la pelea en los tribunales del ramo por la distribución de la tierra en muchas partes de la república, por lo que la postura zapatista ante la burguesía terrateniente sigue vigente. 
A más de noventa  años de la muerte del Caudillo del Sur el estado mexicano vive una crisis similar a la de 1910 que detonó la revolución en contra de la oligarquía gobernante de aquellos tiempos, el autoritarismo, la sumisión y la corrupción por el gobierno en turno generó malestar por el despojo de las tierras a las comunidades, la espoliación de la burguesía nacional por el gran capital trasnacional también la hizo tomar partido, la cual propicio el estallido de la revolución mexicana en demanda de un estado democrático y del reparto de la tierra que estaba concentrada en  manos de grandes terratenientes, quienes hacían trabajar a los campesinos en condiciones inhumanas con consentimiento de los gobernantes en turno.
A esta situación de explotación hoy no escapa el pueblo mexicano, los campos de hortalizas en los estados del norte es la viva expresión de explotación y consentimiento del gobierno, la impunidad que gozan los que nos gobiernan es la misma que hizo detonar la gesta revolucionaria.
A noventa y ocho años  del asesinato de Zapata su pensamiento y la lucha siguen vigente, es la bandera del pueblo ante el olvido, la injusticia y  la impunidad del gobierno en turno, la voz de Emiliano retumba en los campos de cultivo de fresa, pepino, tomate, y en las comunidades marginadas del territorio nacional demandando trato igualitario en el reparto de la riqueza nacional, la voz del zapatismo demanda justicia y respeto en los tribunales donde se llevan a cabo las batallas por el reparto de las tierras, la pulcritud del caudillo del sur demanda hombres con aptitud intachable, que no los doble el dinero ni el poder político que ostentan los políticos, el legado zapatista demanda luchadores sociales pulcros y no mercenarios al servicio  del estado que nos mal gobierna, quienes a la sombra del poder han mediatizado la lucha por mejores condiciones de vida de los campesinos; la respuesta del estado mexicano ante la expoliación e injusticia  es la misma de hace cien años ni los veo ni los oigo dijera Salinas de Gortari.
Hacer memoria en un nuestro  tiempo al general Emiliano Zapata demanda pulcritud y compromiso social con uno mismo y con  quienes a través de grandes jornadas de trabajo arrancan de nuestra madre tierra los frutos que  cada día consumimos, es propiciar un marco jurídico acorde a las necesidades de los ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios, velar que las leyes actuales se respeten para bien de los trabajadores del campo, es comprometerse con el desarrollo de este sector sin agredir a los verdaderos dueños de la tierra, quienes a diario son hostigados por el capital internacional al igual que en 1910; el pensamiento y aptitud zapatista demanda organización propia para buscar los caminos de entendimiento para generar políticas que hagan posible del desarrollo, sin agredir a la naturaleza que diario es amenazada por los dueños del gran capital, si le sumamos el daño irracional a la madre tierra.
Hagamos memoria pues al hombre intachable que no venció la avaricia ni la promesa de los dueños del poder, solo las balas traidoras del gobierno en turno segaron su vida más su pensamiento seguirá en el corazón de todos los desposeídos de este sistema corrupto que tiene en la miseria a 55 millones de mexicanos, los cuales más de la mitad están en el campo y en las haciendas hoy ranchos de los grandes terratenientes próceres de la revolución mexicana como trabajadores agrícolas sin prestaciones laborales mucho menos asistencia social.     
El pensamiento zapatista demanda el camino independiente libre de la contaminación institucional que destaca la mediatización de la lucha campesina con miles de millones que se invierten en el campo de los grandes terratenientes vía subsidios, mientras a los verdaderos campesinos les arrojan migajas en programas corporativos  para la supuesta  mejora de sus cosechas como ocurre en guerrero con el programa de fertilizante que sólo sirve para engrosar las ganancias de los presidentes municipales y del secretario de Desarrollo Rural y camarilla, quienes ocupan en primerísimo lugar en opacidad de sus cuentas y que por cierto se sienten herederos de Zapata, cuando no son más que traidores a la aptitud y valor de uno de los mejores hijos de nuestra patria, quien en su compromiso no le importó su vida por los campesinos.
Y si no que digan dónde quedó el dinero para el pago de los asesores que llegarían a los municipios para regular el programa millonario de fertilizante que lejos de sanearse se empeoró más, los ricos seguirán siendo los hacendados y hoy en los tiempos de gloria para Juan José Castro Justo, secretario de Desarrollo Rural del gobierno del estado que nada que ver con su apellido materno en complicidad con los presidentes municipales se repartirán la riqueza provenientes del llamado fertilizante,  un producto químico que está acabando con los ideales del caudillo del sur Emiliano Zapata, defensor de la tierra con su lema la tierra es de quien la siembra a 90 años de su muerte la riqueza sigue en disputa en los tribunales donde defienden al empoderado y el pobre que se joda…por favor políticos no jueguen con fuego porque se queman. 
De acuerdo a documentales en resguardo y firmas originales del general Zapata donde ordena a Pedro García en los campos de entrenamiento de caballería ahora en la municipalidad de Ahuacuotzingo, Guerrero.

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