viernes, 23 de junio de 2017

Tercera Vía * El tono de AMLO: las alianzas Por Ernesto Rivera Rodríguez

Tercera Vía

* El tono de  AMLO: las alianzas 

Por Ernesto Rivera Rodríguez

Ernesto Rivera. Periodista.
Como un tormenta de agua fría cayó en toda la clase política y más allá de ella la determinación de Andrés Manuel López Obrador, de tirar por la borda desde antes de convertirse en sus aliados, por ser aliados  de la “mafia en el poder” al Partido de la Revolución Democrática, PRD, y al Partido Movimiento Ciudadano.

Al primero por ser comparsa de Peña Nieto en la aprobación de las “Reformas Estructurales”, mínimo, y del segundo no dio argumento alguno, aceptando como aliado único aliado al PT, partido que le debe el registro a Peña Nieto, gracias a su apoyo en las pasadas elecciones del estado de Aguascalientes, del 2015. ¿Quién puede entender al “peje”?.

En Guerrero, Morena, no representa ni el 10 por ciento de los votantes. Es un partido que si bien trae mucha simpatía por su líder “sacrosanto”, no levanta fuertemente los ánimos del electorado y la ciudadanía. Aunque decenas de perredistas han abandonado sus filas para hacer “fila” en el partido del tabasqueño. “Una mariposa no hace verano”. 

Ante el cansancio y el rechazo de las “reformas estructurales” y en particular por el “gasolinazo” la ciudadanía a puesto terreno  de por medio y ha generado un repudio generalizado a estas políticas peñanietistas, que lo han catapultado al rechazo abierto de la opinión pública, pese  en Guerrero a la propaganda desgastante de parte del gobierno de Héctor Astudillo Flores, por aparecer como un gobernante que entiende el clamor ciudadano ante esas aberraciones de la política energética,  cuando el fuego lo tiene en los aparejos, y el estado en virtuales llamas por la violencia imparable e incontrolable que se vive en las ocho regiones del estado.

Aun así, sin protegerse demasiado de las denuncias ante las instancia electorales locales,  y ante la omisión de las mismas, el calentamiento del proceso electoral del 2018, ha entrado en una etapa de impasible control por parte de los miles de pretendientes a cargos de elección popular, en una entidad como Guerrero, donde cerca del 40 por ciento de los diputados priístas locales, querrán continuar calentando su curul, y cerca del 60 presidentes municipales querrán hacer lo mismo. Eso por parte del tricolor. Situación que pondrá al gobernador en un aprieto, pues no podrá palomear al cien por ciento a los nuevos pretendientes a puestos de elección popular y contará con poco espacio para el apoyo político hacia su segunda mitad de gobierno. En Acapulco los pretensos priistas a la alcaldía son cartas de la misma “manga”. Con el detalle de trabajar su alianza con el PVEM, Panal y Encuentro Social.  Hablaremos de ello en próxima entrega.

Por parte del partido del sol azteca, algo semejante pasa en sus filas, el segundo partido en el estado, se ha venido debilitando al tenor de las  pésimas decisiones de quienes asumen y presumen  tener en su manos las riendas del sol azteca, no de la dirigencia formal, sino los que tienen en su mano la concesión, “los chuchos”, partido el cual se ha convertido en una “cena de negros” donde nadie escucha a nadie.

El mejor ejemplo lo tenemos en Acapulco, donde el desgastado alcalde, Evodio Velázquez Aguirre, ha entrado en el  tobogán del descredito y de corrupción galopante Su nerviosismo es notorio, a tal grado que ha puesto el grito en el cielo, con el “garlito” de que sufre una conmoción permanente de “golpeteo político”, que no es otra cosa que el no poder enfrentarse a la “tormenta perfecta” de la crítica, por su pésima gestión. Así su “delirio de persecución”, su “paranoia” es tan notoria que se ha convertido en el blanco perfecto de sus propios fantasmas, donde su antes acariciada reelección hoy se ha convertido en un “delirio” muy lejos de acariciar. Aun así, lleva mano.

Evodio tendrá que disputarle la candidatura al diputado federal David Jiménez Rumbo, y a su ex secretario de Desarrollo Social, Víctor Aguirre Alcaide, este apoyado por Angel Aguirre Rivero y por el “Señor de las Ligas”, René Bejarano. Su alianza puede darse con el Partido Acción Nacional. Pero no son los únicos. Si no, al tiempo. 

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