miércoles, 2 de mayo de 2018

Chicotazos • El factor Jacko XII (¡Ahí viene el Jefazo!) Por Francisco Javier Flores V.

Chicotazos

•  El factor Jacko XII

(Ahí viene el Jefazo)

Por Francisco Javier Flores V.

A casi 15 días de que inicien formalmente las campañas política por los Ayuntamientos de Guerrero, en el caso de Acapulco no se deben perder de vista un par de cuestiones: No solamente está claro que la contienda tendrá como protagonistas principales a dos coaliciones, sino también que el candidato de una de ellas, sin lugar a dudas, va subiendo su popularidad como la espuma en un ánimo que comienza a desbordarse.

Con todo y el efecto Andrés Manuel López Obrador, el apellido y arrojo que pueda imprimirle a sus propuestas y el capital político que aún pueda conservar, ni Adela Román Ocampo, ni Rubén Figueroa Smutny ni Zeferino Torreblanca Galindo, respectivamente, tienen posibilidades reales de obtener el triunfo. Eso lo saben cada uno de ellos y no sería descabellado pensar que alguno, dos o de plano los tres, en algún momento de la campaña, tomen alguna sorpresiva decisión que defina, eso sí, la contienda.

Y esa definición sería para el candidato de la coalición PRI-Verde, Ricardo Taja Ramírez, o bien para el abanderado de la coalición “Por Guerrero al Frente”, que integran el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano (MC), Joaquín “Jacko” Badillo Escamilla. Este es un escenario que en su momento tendrá que analizarse más a detalle. Lo que sí es un hecho, es que la lucha real, la competencia fuerte, está entre estos dos personajes.

Aquí es donde habría que preguntarse: ¿Quién de los dos es un auténtico gladiador? ¿Quién ha venido escalando posiciones poco a poco, primero dentro del PRD, en donde se registró como externo para poder participar en la interna, y luego contra el candidato de MC para poder abanderar la coalición?

Nadie cuestiona la forma o el procedimiento en que Ricardo Taja se hizo de la candidatura. Eso solamente lo saben quienes deciden, los jerarcas del PRI, la cúpula. Si se impuso la unidad, si fue por negociación, si imperó la sumisión o si hubo –en el peor de los casos- dedazo o imposición solamente ellos tienen la respuesta. El caso es que hoy él es el candidato y punto.

Sin embargo esa es justamente la fortaleza de Jacko Badillo, el haber venido construyendo esa candidatura desde abajo, luchando, compitiendo –como lo ha hecho desde pequeño como deportista- y ganando. Ese nivel competitivo y triunfador que ahora lo destaca, es justamente el que le ha venido allegando muchas simpatías, no solamente de la militancia de los tres partidos que lo ha arropado ya como uno de los suyos, pintándolo de los tres colores, sino de la misma sociedad civil de donde él proviene, y en donde si antes había cierta reticencia o escepticismo en torno a sus aspiraciones, ahora hay una firme convicción de que no solamente es un excelente candidato, sino que será un extraordinario alcalde.

No por nada uno de los íconos más importantes de la política en Guerrero, el ex gobernador Angel Aguirre Rivero, ha hecho público su respaldo al joven empresario de mediana estatura (chaparrito pero cumplidor, como se autodefine). Y no solamente de dicho. Aguirre, Papa Layo o El Jefazo, como le llaman o en algún momento le han llamado (¿alguien se acuerda?) viene recio y viene con todo y sin miedo. A jalarle porque, bien lo sabe… ¡es pargo!

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