El secretario de
Conflictos,
Machado y “un tal
Videgaray”
Francisco Javier
Flores V.
![]() |
Pino. Secretario de Conflictos. |
Le dicen El Pino, pero en realidad es un tipo que no se
anda por las ramas.
Lo dejó bien claro el jueves 12 de febrero, cuando
asistió en su calidad de secretario de Educación en Guerrero a encabezar la
entrega de certificados a los alumnos de la generación “Lic. Antonio Zamora
Carmona” que egresaron del Centro de Educación Secundaria para Adultos (CESA)
en Acapulco.
En un pequeño salón de un conocido hotel de la zona Dorada,
Salvador Martínez della Rocca puso los puntos sobre las íes al explicar –desde
su punto de vista, desde luego- parte de la problemática que enfrenta el estado
de Guerrero, sobre todo en materia educativa.
Ameno, anecdótico, ilustrado, el funcionario estatal no
dudó en afirmar que estamos viviendo en Guerrero un estado de excepción, en
medio de conflictos que iniciaron con paros de maestros “en contra de la
reforma educativa de Peña Nieto”, lo mismo que con tomas a instalaciones de la
SEG “por una demanda de normalistas exigiendo su plaza porque ya terminarom sus
estudios, negándose a presentar examen de evaluación, como lo establece la
reforma educativa de Peña Nieto”, y que se agudizó terriblemente por la
tragedia de Iguala de todos conocida.
Militante de
izquierda, comunista de antaño, a Martínez della Rocca no se le dificulta
referirse con displicencia, digamos que hasta irreverentemente, a quien tiene
la investidura de presidente de la república. Como tampoco tiene empacho en
hacer lo mismo con secretarios de Estado.
Revelaó, enmedio de su discurso que más bien se convirtió
en charla, que este año se solicitaron para la SEG un presupuesto de 15 mil 500
millones de pesos perfectamente justificados, tan así que incluso fue aprobado
por unanimidad en las cámaras de Diputados y Senadores del Congreso de la
Unión.
Por si fuera poco, dijo que acompañó al secretario de
Finanzas, Eliseo Moyao, al subsecretario Diego Díaz y a un grupo de asesores, a
la Ciudad de México “a luchar por un presupuesto de excepción, porque Guerrero
era y sigue siendo un estado de excepción, y si ellos (diputados y senadores)
deseaban que coadyuváramos a resolvder estos complejos problemas, sí
necesitabamos recursos de excepción, el estado los necesita”.
Sin embargo, lamentó, “un señor de nombre Videgaray tomó
la tijera y nos quitó arbitrariamente 2 mil 300 millones de pesos”. Era la
primera alusión a Luis, el secretario de Hacienda del gobierno federal.
Agregó que ello agudizó la situación y se sumaron otras
problemáticas. “Nos desconocieron 11 mil 500 plazas y a la hora del pago de la
segunda quincena de enero aparecieron 2 mil 300 trabajadores sin recibir su
salario”. De hecho, dijo que al cierre de diciembre “nos costó mucho trabajo
pagar la quincena y la primera parte del aguinaldo”.
Y para colmo la inseguridad. “Teníamos (tan sólo en
Acapulco) 109 escuelas cuyos niños y maestros se negaban a asistir a clases
porque eran secuestrados, asesinados, maestras violadas; 22 profesores
asesinados, 11 secuestrados, cuando se enteraba el crimen organizado que íbamos
a pagar el aguinaldo ponian cartulinas en las escuelas que decian: sabemos que
vas a cobrar el aguinaldo, si no te mochas ya sabes”.
De ahí que tomó la decisión, 5 días antes de salir de
vacaciones decembrinas, de decirles: “váyanse a sus casas porque no quiero más muertos ni secuestrados, hasta
que junto con el gobernador Rogelio Ortega logremos garantizar que las
condiciones de trabajo y de estudio sean lo menor posible”.
Y efectivamente, sostiene, tuvo que tomar el toro por los
cuernos, asistiendo a reuniones con jefes policiacos, del Ejército y de la
Armada de México. Ahí fue donde escuchó con atención, dijo, el coraje que
tenían los padres de familia y los profesores. Uno de los últimos asesinatos,
incluso, le llenó de indignación, pues se trató de un profesor (pobresor, le llamó) que acompañó a
su mamá al banco a sacar “un dinerito” dcel cajero automático, y que al
intentar defenderla del asalto de un delincuente fue muerto a manos de éste.
“Una cosa terrible, como si fuera una novela de Edgar Allan Poe”, expresó.
Se metió de lleno a pedir seguridad, asevera, que incluso
un periodista de radio le cuestionó el hecho de que un titular del área de
educación anduviera metido en asuntos policiacos. “Le dije: c+omo que por qué,
ando dando la cara, están matando a los profesores, violando maestras,
secuestrando, cada quincena los atacan y les roban lo poco que ganan”.
Reconoció que la problemática amainó cuando le
comunicaron vía telefónica, de parte del mismísimo general Cienfuegos,
secretario de la Defensa Nacional, y del
almirante Sarmiento de la Marina, que enviarían mil elementos a cuidar las
escuelas. Cuatro en cada plantel y los 500 restantes rondando la zona
perimetral. “A mí me encantó ir con el general Saavedra (jefe de la Zona
Militar) y el almirante Sarmiento a las escuelas y escuchar a los niños en el
recreo felices, jugando, estudiando y... protegidos”.
Pero si bien ese problema se atemperó, entrando enero se
enfrentaron nuevamente a la falta de recursos para pagar la primer quincena,
así como la segunda parte del aguinaldo.
“Se había comprometido este señor Videgaray y el
subsecretario de Egresos a, de la nómina que no nos habían reconocido,
entregarnos el dinero de manera colateral para que el gobierno pagara a esos
que no habían ellos reconocido, porque no cabían en el techo presupuestal. Se
dice que la nomina estaba inflada; yo declaré sistemáticamente y lo reté a un
debate, que ese problema de andar minflando las nóminas venía desde 1992, y que
todos ellos habían sido corresponsables de ello. Y la pregunta que les hice: ¿Por
qué les pagaban antes y por qué tienen que escoger este momento tan grave que
vive el estado de Guerrero para suspenderle el pago a 11 mil 300 trabajadores? ¿Qué
es lo que quieren? ¿Echarle más leña a la hoguera y además gasolina para que se
incendie el estado? ¿Eso quieren?.
“ Finalmente, fíjense como se “resolvió” el problema: nos
adelantaron las participaciones federales (nuestro estado es el más pobres del
país, el 95 por ciento del presupuessto depende de las participaciones
federales, el 5 por ciento lo aporta el estado). Nos dan 420 o 430 millones de
pesos que sólo van a servir para pagar las dos quincenas de febrero y además es
en calidad de préstamo, con un 3 por ciento de intereses. Estas son
arbitrariedades, ofensivas contra el estado de Guerrero”.
El Pino había expresado al inicio que estaba muy
emocionado de estar encabezando un acto netamente académico, y a esta altura de
su mensaje lo recalcó. “Pocas veces como secretario
tengo oportiunidad
de hablar de educación y de la situación del estado; le decía a mi amigo
Rogelio –el gobernador- que mejor me nombrara “secretario de Conflictos” en
lugar de Educación, porque nos dedicamos casi de tiempo completo a estar
resolviendo conflictos. Yo lo entiendo perfectamente bien y con todo el
entusiasmo pongo todo de mi parte, junto con todo el equipo que me acompaña,
a resolver estos problemas.
“Decía Vasconcelos, el primer secfretario de Educación
federal: “Los próximos combates de la revolución se deben de dar en el aula,
estudiando”. Aquí se nos metió el crimen organizado a las aulas y por primera
vez en la historia tuvimos que tomar una decisión de un hecho inédito, con
marinos y militares cuidando las escuelas”, apuntó.
Sin embargo el golpe más terrible siempre será el
presupuestal, por eso remacha: “Pedíamos un presupuesto de excepción y
excepcionalmente nos lo recortaron. Y hago responsable de eso a un tal
Videgaray, para que quede claro; doy la cara y voy a seguir defendiendo el
presupuesto para educación, porque como dice mi amigo José Narro Robles, rector
UNAM: “Si bien es cierto que con educación no se resuelve todo, sin ella no
resolvemos nada”.
Y pareciera que es algo que El Pino tiene tatuado más que
en la mente, en el alma. “Necesitamos educar, educar y seguir educando. Tenemos
10 ml 100 escuelas en el estado, 2 mil 400 viven en la miseria; necesitamos
educar a los padres para que puedan ayudar a sus hijos, hay un nuevo tipo de
analfabetismo, no manejar las altas tecnologías; necesitamos muchos apoyos,
combatir el anbalfabetismo, enseñando a leer y escribir a la gente, desde
niños, y si son adultos también, la vida se disfruta más con cultura, con
educacion, leyendo, escribiendo, y tenemos que
hace mucho en Guerrero y no nos dan los recursos suficientes. Pero vamos
a seguir luchando hasta que nos los entreguen, no me parece correcto lo que
hacen con Guerrero, con la educación. decía Walter Benjamin, un extraordinario
filósofo: “Ahí donde la política se envilece el primer encono es la cultura”.
Y tiene fundamento, pues en los recortes presupuestales,
precisamente el rubro de educación fue el más golpeado. Por eso insiste:
“Necesitamos hacer muchas cosas, jalar todos juntos, lograr la paz para poder
educar; no podemos arriesgar a los niños y niñas, el futuro de la nación, de
Guerrero, es la esperanza que tenemos, en un país subdesarrollado, en vías de
subdesarrollo”.
Está convencido de que el tejido social se recupera con
educación, más educación y cultura. “O como dice también mi amigo Narro:
educación y salud unidos, jamás serán vencidos”.
Por eso su llamado no es el del clásico funcionario.
“Cada quien en su trinchera debemos de luchar porque se haga justicia, luchar
en contra de la corrrupción y la impunidad, luchar por la paz, luchar por la
vida, por gobiernos que gaaranticen la vida. Hay muchas cosas que hacer”.
Ya en el colofón, algo peculiar en él y que, confiesa, ha
de tener hartos a sus compañeros que van con él a los actos públicos. Aún así,
desgrana el trozo de un poema de Antonio Machado, con su muy particular
adaptación: “Si bien es cierto que un pueblo no puede hacer realidad todos sus
sueños, cada cosa que hacemos alguien lo soñó. No dejemos nunca de soñar, nunca,
y aquel que no nos deje soñar, como Videgaray, no hay que dejarlo dormir”.
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