martes, 17 de febrero de 2015

El secretario de Conflictos, Machado y “un tal Videgaray”



El secretario de Conflictos,
Machado y “un tal Videgaray”

Francisco Javier Flores V.

Pino. Secretario de Conflictos.
Le dicen El Pino, pero en realidad es un tipo que no se anda por las ramas.
Lo dejó bien claro el jueves 12 de febrero, cuando asistió en su calidad de secretario de Educación en Guerrero a encabezar la entrega de certificados a los alumnos de la generación “Lic. Antonio Zamora Carmona” que egresaron del Centro de Educación Secundaria para Adultos (CESA) en Acapulco.
En un pequeño salón de un conocido hotel de la zona Dorada, Salvador Martínez della Rocca puso los puntos sobre las íes al explicar –desde su punto de vista, desde luego- parte de la problemática que enfrenta el estado de Guerrero, sobre todo en materia educativa.
Ameno, anecdótico, ilustrado, el funcionario estatal no dudó en afirmar que estamos viviendo en Guerrero un estado de excepción, en medio de conflictos que iniciaron con paros de maestros “en contra de la reforma educativa de Peña Nieto”, lo mismo que con tomas a instalaciones de la SEG “por una demanda de normalistas exigiendo su plaza porque ya terminarom sus estudios, negándose a presentar examen de evaluación, como lo establece la reforma educativa de Peña Nieto”, y que se agudizó terriblemente por la tragedia de Iguala de todos conocida.
 Militante de izquierda, comunista de antaño, a Martínez della Rocca no se le dificulta referirse con displicencia, digamos que hasta irreverentemente, a quien tiene la investidura de presidente de la república. Como tampoco tiene empacho en hacer lo mismo con secretarios de Estado.
Revelaó, enmedio de su discurso que más bien se convirtió en charla, que este año se solicitaron para la SEG un presupuesto de 15 mil 500 millones de pesos perfectamente justificados, tan así que incluso fue aprobado por unanimidad en las cámaras de Diputados y Senadores del Congreso de la Unión.
Por si fuera poco, dijo que acompañó al secretario de Finanzas, Eliseo Moyao, al subsecretario Diego Díaz y a un grupo de asesores, a la Ciudad de México “a luchar por un presupuesto de excepción, porque Guerrero era y sigue siendo un estado de excepción, y si ellos (diputados y senadores) deseaban que coadyuváramos a resolvder estos complejos problemas, sí necesitabamos recursos de excepción, el estado los necesita”.
Sin embargo, lamentó, “un señor de nombre Videgaray tomó la tijera y nos quitó arbitrariamente 2 mil 300 millones de pesos”. Era la primera alusión a Luis, el secretario de Hacienda del gobierno federal.
Agregó que ello agudizó la situación y se sumaron otras problemáticas. “Nos desconocieron 11 mil 500 plazas y a la hora del pago de la segunda quincena de enero aparecieron 2 mil 300 trabajadores sin recibir su salario”. De hecho, dijo que al cierre de diciembre “nos costó mucho trabajo pagar la quincena y la primera parte del aguinaldo”.
Y para colmo la inseguridad. “Teníamos (tan sólo en Acapulco) 109 escuelas cuyos niños y maestros se negaban a asistir a clases porque eran secuestrados, asesinados, maestras violadas; 22 profesores asesinados, 11 secuestrados, cuando se enteraba el crimen organizado que íbamos a pagar el aguinaldo ponian cartulinas en las escuelas que decian: sabemos que vas a cobrar el aguinaldo, si no te mochas ya sabes”.
De ahí que tomó la decisión, 5 días antes de salir de vacaciones decembrinas, de decirles: “váyanse a sus casas porque  no quiero más muertos ni secuestrados, hasta que junto con el gobernador Rogelio Ortega logremos garantizar que las condiciones de trabajo y de estudio sean lo menor posible”.
Y efectivamente, sostiene, tuvo que tomar el toro por los cuernos, asistiendo a reuniones con jefes policiacos, del Ejército y de la Armada de México. Ahí fue donde escuchó con atención, dijo, el coraje que tenían los padres de familia y los profesores. Uno de los últimos asesinatos, incluso, le llenó de indignación, pues se trató de un  profesor (pobresor, le llamó) que acompañó a su mamá al banco a sacar “un dinerito” dcel cajero automático, y que al intentar defenderla del asalto de un delincuente fue muerto a manos de éste. “Una cosa terrible, como si fuera una novela de Edgar Allan Poe”, expresó.
Se metió de lleno a pedir seguridad, asevera, que incluso un periodista de radio le cuestionó el hecho de que un titular del área de educación anduviera metido en asuntos policiacos. “Le dije: c+omo que por qué, ando dando la cara, están matando a los profesores, violando maestras, secuestrando, cada quincena los atacan y les roban lo poco que ganan”.
Reconoció que la problemática amainó cuando le comunicaron vía telefónica, de parte del mismísimo general Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional,  y del almirante Sarmiento de la Marina, que enviarían mil elementos a cuidar las escuelas. Cuatro en cada plantel y los 500 restantes rondando la zona perimetral. “A mí me encantó ir con el general Saavedra (jefe de la Zona Militar) y el almirante Sarmiento a las escuelas y escuchar a los niños en el recreo felices, jugando, estudiando y... protegidos”.
Pero si bien ese problema se atemperó, entrando enero se enfrentaron nuevamente a la falta de recursos para pagar la primer quincena, así como la segunda parte del aguinaldo.
“Se había comprometido este señor Videgaray y el subsecretario de Egresos a, de la nómina que no nos habían reconocido, entregarnos el dinero de manera colateral para que el gobierno pagara a esos que no habían ellos reconocido, porque no cabían en el techo presupuestal. Se dice que la nomina estaba inflada; yo declaré sistemáticamente y lo reté a un debate, que ese problema de andar minflando las nóminas venía desde 1992, y que todos ellos habían sido corresponsables de ello. Y la pregunta que les hice: ¿Por qué les pagaban antes y por qué tienen que escoger este momento tan grave que vive el estado de Guerrero para suspenderle el pago a 11 mil 300 trabajadores? ¿Qué es lo que quieren? ¿Echarle más leña a la hoguera y además gasolina para que se incendie el estado? ¿Eso quieren?.
“ Finalmente, fíjense como se “resolvió” el problema: nos adelantaron las participaciones federales (nuestro estado es el más pobres del país, el 95 por ciento del presupuessto depende de las participaciones federales, el 5 por ciento lo aporta el estado). Nos dan 420 o 430 millones de pesos que sólo van a servir para pagar las dos quincenas de febrero y además es en calidad de préstamo, con un 3 por ciento de intereses. Estas son arbitrariedades, ofensivas contra el estado de Guerrero”.
El Pino había expresado al inicio que estaba muy emocionado de estar encabezando un acto netamente académico, y a esta altura de su mensaje lo recalcó. “Pocas veces como secretario
 tengo oportiunidad de hablar de educación y de la situación del estado; le decía a mi amigo Rogelio –el gobernador- que mejor me nombrara “secretario de Conflictos” en lugar de Educación, porque nos dedicamos casi de tiempo completo a estar resolviendo conflictos. Yo lo entiendo perfectamente bien y con todo el entusiasmo pongo todo de mi parte, junto con todo el equipo que me acompaña, a  resolver estos problemas.
“Decía Vasconcelos, el primer secfretario de Educación federal: “Los próximos combates de la revolución se deben de dar en el aula, estudiando”. Aquí se nos metió el crimen organizado a las aulas y por primera vez en la historia tuvimos que tomar una decisión de un hecho inédito, con marinos y militares cuidando las escuelas”, apuntó.
Sin embargo el golpe más terrible siempre será el presupuestal, por eso remacha: “Pedíamos un presupuesto de excepción y excepcionalmente nos lo recortaron. Y hago responsable de eso a un tal Videgaray, para que quede claro; doy la cara y voy a seguir defendiendo el presupuesto para educación, porque como dice mi amigo José Narro Robles, rector UNAM: “Si bien es cierto que con educación no se resuelve todo, sin ella no resolvemos nada”.
Y pareciera que es algo que El Pino tiene tatuado más que en la mente, en el alma. “Necesitamos educar, educar y seguir educando. Tenemos 10 ml 100 escuelas en el estado, 2 mil 400 viven en la miseria; necesitamos educar a los padres para que puedan ayudar a sus hijos, hay un nuevo tipo de analfabetismo, no manejar las altas tecnologías; necesitamos muchos apoyos, combatir el anbalfabetismo, enseñando a leer y escribir a la gente, desde niños, y si son adultos también, la vida se disfruta más con cultura, con educacion, leyendo, escribiendo, y tenemos que  hace mucho en Guerrero y no nos dan los recursos suficientes. Pero vamos a seguir luchando hasta que nos los entreguen, no me parece correcto lo que hacen con Guerrero, con la educación. decía Walter Benjamin, un extraordinario filósofo: “Ahí donde la política se envilece el primer encono es la cultura”.
Y tiene fundamento, pues en los recortes presupuestales, precisamente el rubro de educación fue el más golpeado. Por eso insiste: “Necesitamos hacer muchas cosas, jalar todos juntos, lograr la paz para poder educar; no podemos arriesgar a los niños y niñas, el futuro de la nación, de Guerrero, es la esperanza que tenemos, en un país subdesarrollado, en vías de subdesarrollo”.
Está convencido de que el tejido social se recupera con educación, más educación y cultura. “O como dice también mi amigo Narro: educación y salud unidos, jamás serán vencidos”.
Por eso su llamado no es el del clásico funcionario. “Cada quien en su trinchera debemos de luchar porque se haga justicia, luchar en contra de la corrrupción y la impunidad, luchar por la paz, luchar por la vida, por gobiernos que gaaranticen la vida. Hay muchas cosas que hacer”.
Ya en el colofón, algo peculiar en él y que, confiesa, ha de tener hartos a sus compañeros que van con él a los actos públicos. Aún así, desgrana el trozo de un poema de Antonio Machado, con su muy particular adaptación: “Si bien es cierto que un pueblo no puede hacer realidad todos sus sueños, cada cosa que hacemos alguien lo soñó. No dejemos nunca de soñar, nunca, y aquel que no nos deje soñar, como Videgaray, no hay que dejarlo dormir”.

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