"El tiempo que pueda seguir donando, ahí
estaré", dice director de Holcim Acapulco
* "Es una experiencia muy bonita el poder transferir algo que yo tengo para salvar alguna vida", expresa el señor Valentín Chantaca Zerón, donador altruista de sangre
Francisco Javier Flores V.
El señor Valentín Chantaca. |
Tiene casi sesenta años y desde hace aproximadamente nueve es donador voluntario de sangre, junto con otras 17 personas de la empresa que representa en Acapulco.
A su edad, tiene que someterse a un serie de valoraciones que le permitan acudir dos veces por año a dejar una parte de su vida, de manera desinteresada, al Banco de Sangre del Centro Estatal de Medicina Transfusional de la Secretaría de Salud Guerrero.
Es el señor Valentín Chantaca Zerón, director de la planta cementera Holcim Apasco en este puerto, un empresario comprometido con el altruismo, la salud, la ecología y, sobre todo, el amor a los semejantes, aún a aquellos que ni siquiera conoce.
Entrevistado en el marco del Día Mundial del Donante de Sangre -celebrado recientemente- lamenta que México sea un país en donde la cultura de la donación se encuentre por los suelos.
Relata que como empresa, desde 2007 iniciaron en el programa de donación de sangre; "en ese tiempo empezamos unas cuatro personas, ahorita somos 18 los donadores altruistas", apunta, y asegura que es "una experiencia muy bonita el poder transferir algo que yo tengo para salvar alguna vida".
Y si de por sí su naturaleza le había puesto en el camino de la donación, hubo un episodio que vino a reforzar esa convicción personal de donar. Cuenta: "Tuve una experiencia con mi madre, quien actualmente va a cumplir cien años. Cuando tenía 97, hace tres años, tuvo una operación de cáncer de mama, y recurrí a lo que es el Banco de Sangre con un documento (solicitud) para que le hicieran la operación en el estado de Hidalgo, ya que ella radica allá. Eso (ser donador) me sirvió mucho, no hubo necesidad de utilizar la sangre pero al final de cuentas el soporte está, por ser donador altruista, y eso realmente es un valor adicional, cuando uno hace algo desinteresadamente pero al final de cuentas obtiene un beneficio".
El haber podido disponer de la sangre para un ser querido fue algo que en definitiva lo dejó marcado, admite, y por eso no piensa dejar de donar. "Yo digamos ahorita tengo casi 60 años, y se hace una selección un poco más exahustiva, por así decirlo, para la gente que tiene mayor edad, pero en el tiempo en el que yo pueda seguir donando ahi estaré en la campaña. Yo dono dos veces al año".
Y no sólo es en la donación altruista de sangre donde participa el señor Valentín. Su empresa, de hecho, es aliada permanente de las autoridades en materia de salud y de cuidado al medio ambiente. Justamente, con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, y las dependencias estatal y municipal del Sector Salud, colabora en la recolección de llantas para abatir la reproducción del mosquito transmisor del dengue, la chikungunya y el zica.
De trato amable, don Valentín hace un llamado a quienes aún no se deciden a ser donadores.
"Realmente no pasa nada, no duele y al final de cuentas es muy importante; recuerdo una experiencia que yo tuve cuando fui al hospital de Cancerología, ver a los niños, la necesidad que tienen de sangre, y pues yo creo que si nos podemos sumar a esta campaña todos los que se puedan, es algo que México necesita, es uno de los países que menor cantidad de donadores tanto de sangre como de órganos tiene. Ahorita estoy en proceso de ser candidato a donador de órganos, también, porque no sabe uno qué es lo que se pueda necesitar más adelante", reflexiona y concluye.
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