Nada Personal
* ¡Ah, la paz!
Por Kenia Guzmán Pérez
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| Cartón cortesía Javier Santos. |
Hoy que se celebra el Día Mundial de la Paz me encontré con el cartón de mi amigo Javier Santos y consideré que era la mejor representación que los guerrerenses o acapulqueños hemos alcanzado en los últimos diez años. Una paloma cansada, fatigada, triste y desencajada. Una paloma de paz que luce enferma, desolada con su ramita también marchita en el pico.
Como esa paloma triste y cansada así están muchos habitantes de este puerto. Otrora rico, resplandeciente y abundante en turismo. Lleno de fiesta de día y de noche. Con su costera llena de paseantes. De luces de colores y destellantes anuncios luminosos. De música escandalosa por todos lados. Con sus playas al tope. De gente ruidosa que hoy prefiere vivir encerrada dando las 6 de la tarde.
La paz en Acapulco no se ha podido lograr desde hace 11 años, al contrario cada vez se vuelve más peligroso el ambiente.
Hoy después de las 6 pm las calles lucen vacías porque cientos de negocios y comercios, hotelitos y restaurantes han cerrado sus puertas de manera definitiva.
Y la gente ya no se atreve andar en las calles. Hasta ir al mercado puede ser peligroso. Ir a las tortillas o a la tienda de la esquina también puede ser riesgoso porque los delincuentes ya no tienen respeto por nada, ni por nadie. Igual matan a hombres, mujeres y niños.
Si atacan comandancias de las policías. Si matan a los mismos mandos policiacos. Si son asesinadas hasta 3 mujeres en un sólo día, que se puede esperar de un simple mortal acapulqueño.
Total esta es nuestra paz hoy día.
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