miércoles, 4 de abril de 2018

Chicotazos • Morena, la esperanza… ¿de quién? Por Francisco Javier Flores V.

Chicotazos

• Morena, la esperanza… ¿de quién?

Por Francisco Javier Flores V.

No hace mucho en este mismo espacio consignamos que Morena en Guerrero se estaba desmoronando. La causa: el verdadero relajo que se traían con su proceso de selección de candidato o candidata a la presidencia municipal de Acapulco, y que con algunas variantes se replicaba en algunos municipios, sobre todo en los más importantes de la entidad, y la forma en que sus dizque dirigentes venían contribuyendo a ese desgarriate.

A estas fechas la situación no ha cambiado y quienes se dicen dirigentes, lejos de rectificar el rumbo, parecen estar empeñados no solamente en desmoronar el partido de Andrés Manuel López Obrador, sino en hacer trizas las aspiraciones de la coalición “Juntos Haremos Historia”. ¡Y vaya que lo están logrando! Por lo pronto ya prohijaron la salida del Partido del Trabajo y se quedaron con el Partido Encuentro Social cuya aportación a esa causa es “poquitito más que nada”. 

Con la lista que esta semana se dio a conocer de los candidatos registrados a las diputaciones locales por la vía uninominal, el mismo partido nos da la razón y sus dirigentes confirman ese empeño en hacer todo lo posible en descarrilar la campaña en Guerrero, pero, nada tontos, sacando raja política de ese desbielamiento, pues al más puro estilo priísta –ese que tanto critican-, no han tenido empacho en colocar en las candidaturas a su parentela, en el mejor de los casos, u otorgarlas de manera descabellada a personajes inimaginables, en decisiones con un alto tufo de corrupción.

Si no, cómo explicar la candidatura de Moisés Reyes Sandoval, sobrino de Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, dirigente de papel de Morena en la entidad, en el Distrito VII de Acapulco. O la de Arturo Martínez Núñez, sobrino de César Núñez Ramos, comisionado nacional de Morena en Guerrero, en el Distrito X con cabecera en Tecpan de Galeana. Simplemente no es correcto, no es ético.

Un caso muy curioso pero que de eso despierta sospechosismo es el de la actual síndica del Ayuntamiento de Acapulco, Teófila Platero Avilés (¿alguien sabía que existía o que así se llamaba?). Más allá del desempeño muy, pero muy opaco en el encargo al que llegó gracias al Partido del Trabajo, no hay que olvidar que el año pasado, junto a su grupo político que encabeza el diputado local Fredy García Guevara, renunció a las filas petistas para irse al PRD. Ese grupo fue cobijado nada menos que por David Jiménez Rumbo que con su corriente Grupo Guerrero no hace mucho renunciaron del partido del sol azteca y se fueron al PRI a apoyar al candidato Ricardo Taja. Pues nada, que ahora la señora Platero va como candidata en el Distrito V.

Y qué decir de Zeferino Gómez Valdovinos, ex funcionario estatal en el sexenio de su tocayo Zeferino Torreblanca Galindo, que viviendo en Tierra Caliente, se viene como candidato al Distrito IX, el mero Acapulco rural. Seguramente no hay líderes ni luchadores sociales que abanderen a Morena en esa zona.

De Mariana García Guillén, que era del equipo cercanísimo al perredista Víctor Aguirre Alcaide, y que ahora va como candidata en el Distrito IV; el inefable ex regidor y ex diputado aguirrista Marco Antonio Cabada Arias, quien va por el Distrito VI. Burdas estas designaciones, como sorpresiva fue la inclusión de Yoloczin Domínguez Serna, ex presidenta de Canacintra que supuestamente iba como propuesta de Morena para el Senado acompañando en la fórmula a Félix Salgado. No queremos suponer que le hayan tumbado de esa aspiración y como premio de consolación la manden a competir por el Distrito III local. Al parecer así fue, cuando se decidió que quien acompañara al Toro sin cerca fuera Nestora Salgado.

Sin embargo el caso más aberrante es el de la actual diputada federal Silvia Rivera Carbajal. La señora no tiene un pasado priísta. La señora es actualmente legisladora –quizá con licencia- de la bancada del PRI (ese que tanto cuestionan los morenistas) en San Lázaro, y en una acción que nade se explica pero que sí tiene muy irritadas a las bases que sostienen al partido, aparece como candidata a diputada local por el Distrito XVIII con cabecera en Pungarabato. 

Faltan más sorpresas, sin duda. Se sabe que Pablo Amílcar va en el tercer lugar de las plurinominales locales, posición nada despreciable pues con el efecto López Obrador es casi segura su llegada al Congreso local, que al parecer es su objetivo principal, más allá de si gane o no el Peje. 

De todo esto, lo más rescatable es –algo así como el blanquito en el frijol- la inclusión del excelente periodista, amigo y compañero Osiel Pacheco Salas, quien competirá por el Distrito VIII local, que abarca la zona poniente de Acapulco y el municipio de Coyuca de Benítez. 

Morena se ha venido ofertando como la esperanza de México, pero con estas decisiones… Que a nadie sorprenda que muchos liderazgos representativos, ante la desesperanza, tomen también sus propias decisiones. Vale.

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