viernes, 13 de abril de 2018

Epístolas Surianas de Julio Ayala Carlos Leyva Mena, sin derecho; Jacko salió "cabrón"

Epístolas Surianas
(Carta a Don Héctor)

De Julio Ayala Carlos

Julio Ayala Carlos. Periodista.
EL CONGRESO DEL ESTADO acordó este jueves, 12 de abril, lo que era un asunto “cantado”. La no incorporación de Marco Antonio Leyva Mena al cargo de presidente municipal de Chilpancingo, al que había renunciado el año pasado, bajo el argumento de que en su momento solicitó licencia indefinida “por lo que resta del periodo constitucional”, por lo que para suplir su ausencia el propio Poder Legislativo, de acuerdo a la ley, llamó al suplente Jesús Tejeda Vargas, para concluir el citado periodo.

Ciertamente los cargos de elección popular son irrenunciables, por lo que quienes desean separarse de los mismos argumentan licencia temporal, indefinida o definitiva, ya porque así conviene a sus intereses o por cualquier otra razón, por lo que para cubrir las ausencias, en el caso de temporales o por un periodo definido, el Cabildo nombra a un encargado, cuando se trata del alcalde, o el Congreso del estado llama al suplente  para asumir el cargo, y cuándo éste renuncia a asumirlo, el Ejecutivo estatal envía una terna de ciudadanos de la cual se elegirá a quién habrá de concluir el periodo constitucional.

En el caso específico del Ayuntamiento de Chilpancingo, tras la licencia indefinida por lo que resta del periodo constitucional de Marco Antonio Leyva Mena, por una serie de acciones que son de todos conocido en la capital del estado, el Congreso local llamó al suplente de quien en su momento encabezó la planilla, por lo que, en el marco de la ley, el Legislativo le tomó la protesta para concluir el periodo de gobierno municipal.

Sin duda que en su momento Marco Antonio Leyva Mena nunca pensó en regresar al cargo de presidente municipal y concluir el periodo por el que junto  con Jesús Tejeda Vargas fueron electos en el proceso electoral de 2015. El agregado en su licencia indefinida al cargo, “por lo que resta del periodo constitucional”, es la mejor muestra de que renunció a su derecho de manera total, pero al querer regresar al mismo, bajo la tesis de que los cargos de elección popular son irrenunciables, el Congreso del estado resolvió que no es procedente su solicitud, en razón, precisamente a esa renuncia, y de que hay un presidente municipal constitucional en funciones.

Es innegable que Marco Antonio Leyva Mena tiene derecho a reclamar lo que considera le corresponde, bajo el argumento de que fue elegido por los chilpancinguenses por un periodo constitucional, y en consecuencia, bajo la tesis de que los cargos de elección popular son irrenunciables, supone que  puede ocupar la presidencia municipal de Chilpancingo cuando lo quiera, previa solicitud de dar por terminada su licencia indefinida, olvidándose que él mismo renunció a su derecho de regresar a la alcaldía al argumentar, para que el Congreso le concediera la licencia, el agregado “por lo que resta del periodo constitucional”.

Cierto es que su solicitud para dar por terminada su licencia indefinida y regresar al cargo de presidente municipal de Chilpancingo es un asunto legal, de interpretación y aplicación de la ley, por lo que en consecuencia serán las autoridades competentes las que determinen qué es lo que debe hacerse en este asunto que amenaza llegar a las más altas instancias de justicia por una de sus partes, pero es también muy cierto, más allá de cuestiones legales, que se convirtió en un asunto de ética y de valores y de ejercicio del poder.

Porque, hay que decirlo, nada justifica que un servidor público, elegido por el voto popular, deje tirada la responsabilidad encomendada por la ciudadanía, y luego querer regresar al mismo como si no pasara nada, salvo por enfermedad. En el caso de referencia, aquel abandonó la presidencia municipal, para lo cual se llamó al suplente, y ahora, sin mayor problema, exige regresar como si se tratara de un asunto sin importancia, cuando lo que está en juego es la acción de gobierno y el destino de un municipio. Por cierto, el actual alcalde, Jesús Tejeda Vargas, está realizando un mejor papel al frente del Ayuntamiento municipal de Chilpancingo.

EN OTRO ASUNTO, JACKO BADILLO, candidato a presidente municipal de Acapulco, por la coalición PRD-PAN-MC, cada día suma adeptos a su proyecto de gobierno en favor del puerto. Y eso que aún no arranca la campaña por el ayuntamiento municipal. El candidato del Frente está resultando “cabrón”, por lo que no solo está en la contienda electoral, sino también con altas posibilidades de ganar, y eso que muy poco o nada le ayuda la gestión del actual alcalde.

La ventaja de Jacko, como le conocen en Acapulco, es que es, además de empresario, es una cara nueva, y en consecuencia, con ideas y propuestas nuevas, que tiene de qué vivir, y no como el tradicional político que espera llegar al cargo para hacerse rico con el presupuesto asignado.

Así que no lo pierdan de vista. Es cierto que en el PRI y en Morena traen lo propio, pero el abanderado de la alianza PRD-PAN-MC, no es ningún improvisado y ha sabido moverse en Acapulco y en los grupos de poder, y la prueba más palpable de ello es que les ganó la candidatura, primero a los aspirantes perredistas que sueñan gobernar Acapulco, y luego, a los del PAN y MC. Sin duda también es cabrón este chaparro.

Comentarios: julio651220@hotmail.com

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