jueves, 30 de agosto de 2018

Chicotazos • Golpe y perjuicio Por Francisco Javier Flores V.

Chicotazos

Golpe y perjuicio

Por Francisco Javier Flores V.

El diferendo entre el gobierno del estado y el Ayuntamiento de Acapulco, que ha traspasado el ámbito institucional para convertirse en un pleito personal entre el gobernador Héctor Astudillo Flores y el alcalde Evodio Velázquez Aguirre, era al parecer lo último que le faltaba a Acapulco para terminar de hundirse como destino turístico.

Más allá del pleito político en el que se han enfrascado ambos personajes, obviamente secundados cada uno por sus equipos de colaboradores e incondicionales, cada cual exponiendo sus argumentos y esgrimiendo sus razones, a nadie parece interesarle el grave daño que se le está ocasionando al otrora puerto más bello del mundo, ya de por sí vapuleado por el fenómeno de la inseguridad y violencia.

Sin pretender tomar partido ni asumir defensas a ultranza, es necesario analizar el contexto en el que se emite una declaratoria de alerta sanitaria por parte de la Secretaría de Salud estatal de la que emana un fuerte tufo a revanchismo político, con todo y que nadie puede negar que efectivamente el puerto atraviesa por serios problemas de recolección de deshechos en algunas partes de la ciudad, mientras que en otras bien que mal se ha ido cumpliendo. Es decir, existe el problema (como lo ha existido durante décadas), más no en un grado extremo. Obvio es que el gobierno municipal necesita emplearse más a fondo.

El detalle es que además de tratarse de una evidente reacción, luego de un video difundido por el alcalde Evodio en su cuenta de Facebook en donde se queja de hostigamiento y represión por parte de los gobiernos estatal y federal, y hace un llamado al mandatario estatal a que cesen los ataques, la declaratoria de alerta sanitaria se emite a unas horas de entrar a los dos meses más difíciles del año, turísticamente hablando. Septihambre  y octhambre, les llaman los turisteros.

¿Qué turista se atrevería a venir a pasar un fin de semana en Acapulco cuando las mismas autoridades declaran que hay riesgo epidemiológico por la acumulación de basura? Y si no hay turismo, ¿de qué van a vivir las miles de familias que dependen de esa actividad para subsistir?

No hay que perder de vista que si bien el municipio se rige de manera autónoma con base a la Ley Orgánica del Municipio Libre, también es parte del estado libre y soberano de Guerrero y la instancia estatal está obligada a coadyuvar en la resolución de las problemáticas que aquejan a los habitantes, entre ellas la basura. ¿Por qué no, en lugar de hacer declaraciones de alerta sanitaria y aplicar multas, ayuda con brigadas de limpieza, camiones recolectores, maquinaria y todo lo que esté a su alcance para limpiar Acapulco de los puntos negros? ¿Puede acaso más el orgullo, el capricho?

Si el objetivo es golpear políticamente a Evodio es evidente que quien o quienes hayan dado la orden lo están logrando, pero también están perjudicando enormemente al destino turístico que, según lo repiten hasta el cansancio, es el motor de la economía estatal, del que dependen los demás municipios. ¿Y el diálogo? ¿Y los puentes de entendimiento que tanto pregonan en los discursos? ¿Se van a seguir golpeando y con ello perjudicando más a Acapulco?

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