domingo, 4 de marzo de 2018

Chicotazos • El factor Jacko VI Por Francisco Javier Flores V.

Chicotazos

El factor Jacko VI

Por Francisco Javier Flores V.

Con todo y las cosas extrañas que están ocurriendo en el marco del proceso interno de selección de candidatos a los diferentes cargos de representación popular en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), con hechos muy lamentables como los homicidios de precandidatos, en algunos casos tan obvios que si la Fiscalía realmente investigara no tendría que escarbar mucho para resolverlos, el retraso para definir algunas posiciones clave en Guerrero parece tener lógica.

La puja que tradicionalmente se da entre las diferentes corrientes que cohabitan al interior del partido del sol azteca en la entidad, en donde pareciera una competencia de haber quién presiona o chantajea más para obtener espacios, no les dio resultados favorables a algunos que ante el éxito no obtenido optaron por buscar mejores derroteros. El caso de Sebastián de la Rosa Peláez y la CODUC es el mejor ejemplo.

Si bien el resultado de las encuestas mandadas a aplicar por la dirigencia nacional perredista dan un referente del nivel de aceptación o rechazo que guardan cada uno de los aspirantes, es evidente que no es el único factor tomado en cuenta para decisiones tan importantes, como son sin duda los abanderados para los principales municipios de la entidad.

En el caso de Acapulco, sin duda el municipio más importante del estado, definir a quién será su candidato está siendo para el PRD objeto del más meticuloso análisis, no solamente por el número de aspirantes que se registraron, sino porque, de hecho, la propuesta que salga estaría prácticamente en la antesala de abanderar la candidatura de la coalición Por Guerrero al Frente, dado que en los otros partidos que la integran –PAN y Movimiento Ciudadano- no hay un argumento real y de peso para disputarla.

De hecho, uno a uno los aspirantes perredistas se fueron descartando. Francisco Torres Miranda, ex diputado local por el PRI, cuenta con alguna presencia en la zona de la periferia que bien podría ayudar al que finalmente quede como candidato y trabajar para futuras aspiraciones; Ramón Almonte Borja, cabeza de un prestigiado despacho, es considerado uno de los mejores abogados laboristas que bien podría servir en un gobierno municipal urgido de funcionarios capaces y comprometidos con la sociedad.

Es el caso de Marco Antonio Terán Porcayo, cuyos conocimientos médicos nadie pone en duda y esas ganas de servir a los acapulqueños podría canalizarla integrándose a un equipo de profesionales que por primera vez trabaje por el bien común y no sólo para el enriquecimiento de unos cuantos –como suele ocurrir-. Víctor Aguirre, con toda la enjundia que le caracteriza, igual puede seguir contribuyendo con el municipio, aprovechando su multifacética personalidad que le permite funcionar donde lo pongan.

El caso de Illich Lozano, si bien interesante, no vale la pena ya comentarlo en este espacio pues ante la decisión tomada por el grupo de Sebastián de la Rosa al que pertenece, ya es harina de otro costal. Sólo habría que mencionar que, según la información extraoficial, el hijo de Rosario Herrera Ascencio quedó en el tercer lugar de la encuesta.

Si el PRD tomara las cosas a la ligera, desde hace por lo menos quince días habría salido a decir que el ganador de la encuesta fue David Jiménez Rumbo y de hecho a estas alturas ya habría sido declarado oficialmente candidato de la coalición. Sin embargo, el riesgo que una candidatura de este nivel implica, con un personaje dicharachero, hablantín, con muchas simpatías pero con varios negativos que generan desconfianza entre el grueso del electorado, han motivado a los dirigentes considerar la viabilidad de ir con quien, todo parece indicar, fue el segundo lugar de la encuesta, el empresario Joaquín Badillo Escamilla, quien además de la estructura formada junto a un gran equipo de trabajo y con recursos propios, cuenta con el plus de ser auténticamente acapulqueño, con una propuesta seria y responsable para conducir a Acapulco a ese rescate que tanto se anhela. De hecho, lo que se sabe es que entre ambos personajes habría un empate técnico en el muestreo.

Así, Jacko Badillo se perfila para ser no solamente el candidato del PRD y por ende de la coalición Por Guerrero al Frente, sino además el factor que aglutine a quienes tuvieron la legítima aspiración de obtener la candidatura, y de amplios sectores sociales como el empresarial, del que es destacado integrante; el académico, del que forma parte en su permanente preparación, y sobre todo de las clases populares a las que ha cobijado a través de la fundación JACKOmienza AC, desde hace casi tres años en los que ha recorrido prácticamente todo el municipio llevándoles beneficios que les ayudan a paliar la difícil situación que se vive en colonias y comunidades rurales.

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