Nada Personal
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“Uno más a la cuenta”
Por Kenia Guzmán Pérez
La autora. |
Queridísimos cinco lectores discúlpenme porque no he tenido
el tiempo de saludarlos y compartirles mis comentarios, pero mis “múltiples”
tareas como empleada, mamá, ama de casa, organizadora, etc. (ufff! Qué difícil es ser mujer); me dejan poco
espacio para poder dedicarme a lo que más me gusta, que es el periodismo. Pero
antes que todo le doy gracias a Dios porque seguimos vivos y nuestro padre nos
ha protegido del mal a pesar de que muchas veces andamos cerca del peligro.
Todas las mañanas y en las
noches le doy gracias al Señor porque estoy viva en medio del infierno que
estamos viviendo los guerrerenses. Leo con mucha tristeza a varios de nuestros
compañeros de los distintos medios escritos, electrónicos y digitales, la misma
preocupación que he tenido desde hace algunos meses que comencé a redactar esta
columna.
El tema no deja de ser la
inseguridad, los asesinatos a sangre fría, las narcomantas, los atentados del
crimen organizado como hoy la quema de un camión urbano en Las Cruces. Así como
el asesinato del director de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Acapulco, Andrés
Lara García, que con él ya suman alrededor de 12 funcionarios públicos, jefes
policiacos y políticos de Guerrero, en especial de este puerto, que han sido
sacrificado cruelmente.
¿Qué pasa con las
corporaciones policíacas federales, el Ejército y La Marina, que se pasean por
las calles y avenidas de Acapulco y no dan ningún resultado?, ¿Qué pasó con el
operativo Serpiente de Fuego, que no ha dado con ningún responsable de estos
asesinatos de gente “importante”.
El gobierno federal priísta no
quiere reconocer que ha resultado un fracaso su lucha contra el crimen. Que no
han podido contra la delincuencia en la Tierra Caliente y en Acapulco, las
zonas más graves del estado. A ninguno de ellos les interesa acabar con la
delincuencia y la inseguridad de los guerrerenses. Nos echan la culpa de que “cosechamos
lo que sembramos”. Se amparan en la
frase del Guerrero Bronco, que nos apunta como gente que por décadas hemos
vivido en la barbarie, en el salvajismo y no en la civilización. ¿Será cierto?
¿Los guerrerenses somos los únicos culpables de nuestros crímenes?, ¿vivimos en
la miopía social?
Hemos rebasado ya los 7 años
de desgracia, que aseguró el ex secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño,
muerto en un avionazo en 2008; quien afirmaba que el fenómeno de violencia en
el país duraría alrededor de esos años. Y que por 2015 ya entraríamos en una
fase nueva. Pues sí, ya rebasamos lo tupido, ahora viene lo peor por lo que se
observa.
Lo único que nos queda es lo que dice la frase popular:
encomendarse a Dios.
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