jueves, 12 de marzo de 2015

¿Ley mordaza en Guerrero?



¿Ley mordaza en Guerrero?

Redacción/REBELDE

Abarca Escamilla. Herencia maldita.
Rogelio Ortega Martínez lo ha dicho claro: los problemas de Guerrero son una herencia maldita.
Y entre esa herencia el gobernador sabe que sigue incrustada en el gabinete gente nefasta especialista en generar conflictos. Un caso emblemático lo representa el aguirrista Francisco Abarca Escamilla, quien fue sacrificado a finales del 2012 por su amigo, el entonces gobernador Ángel Aguirre Rivero, ante los problemas que generó con el magisterio.
Abarca Escamilla fue subsecretario de Planeación Educativa de la Secretaría de Educación Guerrero. Graves señalamientos se hicieron contra la persona de este hombre originario de Tecpan de Galeana. Francisco Abarca fue despedido del cargo por instrumentar políticas abusivas y represivas y, principalmente, porque le cayeron en la maroma de la venta de plazas al mejor postor, negocio que entonces era controlado desde la ciudad de Iguala. ¿Pruebas?, no se necesitan, porque el señalamiento en su contra se hizo por corrupto, no por tonto.
Abarca Escamilla sigue haciendo de las suyas. Ahora, en venganza contra medios de comunicación y periodistas, desde la secretaría de Finanzas donde logró incrustarse impone duros candados para el pago de convenios y contratos de difusión, en su afán por controlar a las líneas editoriales. Sí, desde la Secretaría de Finanzas y Administración este sujeto de media suela pretende imponer la ley mordaza a los comunicadores para evitar críticas y señalamientos al gobierno estatal.
¡Ajá! Pues resulta que el sujeto de marras, para liberar los pagos, ha vendido la genial idea de que editores y periodistas independientes además de firmar pólizas y entregar su credencial de elector, deberán poner su huella digital… ¿Cómo ven? Nomás falta que pida entre los requisitos ADN, lectura del iris y acta de alumbramiento para certificar que no recibirá el pago un ser clonado. ¿Y Quién le dio tal poder a Abarca Escamilla? ¿Cuál es su función en el gobierno del estado? Son las preguntas del millón, porque su nombre no aparece en los directorios, pero en Palacio de Gobierno es secreto a voces que cobra 90 mil pesos mensuales libres de polvo y paja.
Rogelio Ortega Martínez tiene dos opciones: 1.- Sacudirse a este pillo y advertirle a sus colaboradores que están vetados los funcionarios con antecedentes negros. 2.- Resignarse a seguir con dolor de colon debido a los problemas que le generan bandidos aguirristas que hábilmente se han incrustado en las entrañas mismas del gobierno que encabeza.

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