domingo, 17 de julio de 2016

Chicotazos * Chilapa: De la tragedia al escarnio Por: Francisco Javier Flores V.

Chicotazos

* Chilapa: De la tragedia al escarnio

Francisco Javier Flores V.

En menos de 24 horas, Chilapa ha sufrido dos hechos lamentables. Sucesos que por la trascendencia de su gravedad y gracias al alcance de los medios electrónicos y virtuales -principalmente el internet- rápidamente han tenido una amplia difusión y son conocidos más allá de nuestras fronteras.
No bien  los chilapenses se reponían de la impresión que causó el artero asesinato del joven regidor Miguel Angel Salmerón Nava, el sábado 16 por la tarde, cuando este domingo ya circulaba la noticia del deleznable homicidio del niño Carlos Geovanni Tenorio Hidalgo, de apenas 12 años de edad.
Más allá de las circunstancia en que ocurrieron ambos acontecimientos, que obviamente tienen que ver con el grado de descomposición en que ha degenerado nuestra sociedad, llama la atención cómo ciertos sectores, en un evidente abuso de la libertad de expresión y en la mayoría de los casos escudándose en la sombra del anonimato, aprovechan la tragedia para hacer escarnio y, como lo han hecho de manera sistemática, enfilar carretadas de odio hacia el gobierno municipal.
Es innegable que la muerte de cualquier ser humano implica un profundo dolor para los ciudadanos en general y de manera particular a los familiares, máxime cuando se trata de personas que prácticamente apenas comienzan a vivir como en el caso del regidor -25 años tenía Miguel, el  más joven del Cabildo-, quien pese a su corta trayectoria ya pintaba como un espléndido servidor público, y el pequeño Carlos Geovanni que seguramente apenas concluía su instrucción primara, lleno de ilusiones y sueños infantiles.
Ese dolor, sin embargo, se transforma en indignación cuando se observa cómo a través de la red social de Facebook, alguien sin el mínimo escrúpulo y de manera perversa, a la vez que difunde información (la mayoría de las veces fusilada (copiada, hurtada) de otros medios de comunicación, incita al linchamiento cibernético dirigiendo epítetos y calificativos dolosos al "presidente municipal priísta" (así lo llama casi siempre) Jesús Parra García, secundado por unos cuántos seguidores que igual se escudan en perfiles falsos o anónimos. Hasta el momento, se ha podido observar, el alcalde ha tenido la decencia de no responder a esos ataques, dando muestra de sensatez y cordura.
En Chilapa, nadie desconoce la difícil situación por la que atraviesa el municipio y que data  de muchos meses atrás; incluso la forma desafortunada en que el ahora primer edil tuvo que entrar al relevo en la candidatura para contra viento y marea sacar el triunfo electoral en medio de un ambiente francamente desfavorable. A nueve meses, es cierto, las condiciones de violencia e inseguridad no han mejorado mucho, lo cual sin embargo no ha sido motivo para que la obra de gobierno se detenga. Contra todo, Chucho Parra, ese joven que no hace mucho, es cierto, cometió muchos errores que afortunadamente poco a poco va superando, ha ido sacando adelante la administración en beneficio de los habitantes de la cabecera municipal, las colonias, los barrios y las comunidades rurales.
Lo menos que podrían hacer los chilapenses, en un escenario tan complicado como el que se vive, es sumarse al trabajo y caminar de la mano de su gobierno, y no dejarse influenciar por un pequeño grupo de holgazanes (porque seguramente no tienen algo mejor qué haceer) que ocupan un tiempo tan valioso en sembrar discordia, fomentar el odio y en general alimentar una imagen negativa de la que quienes quieren a esa tierra están ávidos de desprenderse. 
Nadie niega el derecho que todos tienen de criticar -y si es crítica constructiva, mejor-, cuestionar, debatir, pero si ello va acompañado de propuestas, ideas, proyectos, sería altamente saludable. Los ataques sistemáticos y sin fundamento -como ocurre en la mayoría de los casos- sólo evidencian un rencor acumulado que incluso los delata y poco a poco el pueblo se va dando cuenta de la identidad y de cuál es el verdadero origen de esos ataques.
Chilapa es rescatable, Sus tradiciones, su cultura, su gente educada, honorable, de trabajo, es sin duda parte de su gran riqueza que otros municipios le envidian. Pero sólo los chilapenses bien nacidos, que aman a su tierra, podrán sacarla adelante con trabajo, con positivismo. La insidia, el encono, el escarnio, es de ignorantes y perversos y solamente le hacen daño a la querida y admirada Atenas del Sur.
Comentarios al autor: fjflores722@gmail.com


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