martes, 19 de julio de 2016

Nada Personal ¿Quién va ganando? Por Kenia Guzmán Pérez

Nada Personal

¿Quién va ganando?

Por Kenia Guzmán Pérez

Kenia Guzmán Pérez. Periodista.
En los últimos días que han transcurrido en este delicado puerto, los habitantes del llamado anfiteatro o más bien el populacho del Acapulco sobreviviente, han vivido en la zozobra, la incertidumbre y la impotencia.
Vivir entre los muertos no es fácil. Ver como matan a tus vecinos y la gente que te rodea tampoco.
Mientras que el gobernador que dice gobernar este estado y a quien ya nadie le cree, da un show-conferencia, los asesinatos no cesan. Y mientras más habla más se cometen asesinatos. Cada vez que el gobernador abre la boca para decir una garrafal tontería, se comete una asesinato.
Que triste es vivir en la zona del miedo!. En la mira. En un lugar donde en 15 días se han cometido 5 crímenes o màs con un saldo de casi diez muertos. Eso a quien le importará? Si al gobernador no le importa porque no son turistas ni gente importante. Si al alcalde tampoco le importa, porque no son de su familia ni son sus amigos. Si a los que dirigen las policías tampoco. Que además tenemos que soportar las arbitrariedades y corrupciones de la Gendarmería y la Policía Federal que no hacen nada más que ser los cómplices de los que tienen secuestrados este puerto. A quien le importará?
Ayer la franja comercial de La Laja lució cerrada. Abandonada. Pocos comercios abrieron por la racha de asesinatos que ha habido de comerciantes de la zona. ¿Qué pasa?
Han asesinado a mucha gente trabajadora que a nadie le importa. Acapulco se está quedando desolado, triste y abandonado por sus mismas autoridades que ya ni a sus muertos les permiten recoger. La gente opta por llevarse a sus muertos evitando a los policías corruptos y orejones que filtrarán información de los hechos. Ya no hay confianza en nadie ni en nada. Hasta que punto hemos llegado ya que no lo sabemos. ¿Quién va ganando? La narcoviolencia o la narco-corrupción. La gente no sabe a qué se enfrenta ya cuando sucede un hecho referente. No saben si llorar o pedir perdón. 
Mil veces lo han dicho: vivimos en tierra de nadie donde la gente se rasca con sus propias uñas. Pero no queda de otra más que seguir aguantando. Seguir viviendo los asesinatos de cerca, las marchas de maestros de la CNTE ; las show conferencias y las idioteces que dicen el tal Astudillo y el Evodio.

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