martes, 15 de agosto de 2017

Chicotazos • Chilapa: Cuando venga lo que vendrá Francisco Javier Flores V.

Chicotazos

• Chilapa: Cuando venga lo que vendrá

Francisco Javier Flores V.

Parra. Trabajo palpable,
A casi dos años de iniciado el actual periodo de gobierno municipal y en vísperas de que arranque oficialmente el calendario electoral para los comicios que se llevarán a cabo el 1 de julio del 2018, es innegable que en Chilapa soplan otros vientos, muy diferentes a las ráfagas huracanadas que se dejaban sentir en el 2015.

Más allá de los lamentables hechos de violencia que asolan no solamente a este municipio o a esta región de la Montaña Baja, sino a todo nuestro sufrido estado de Guerrero y prácticamente todo el país, en la llamada Atenas del Sur se respira ese ambiente de paz y armonía entre la gente de bien, la que trabaja todos los días y que lucha por sacar adelante a sus familias mediante un modo honesto de vivir.

Esta situación, además de deberse al espíritu de entrega, superación y sacrificio que caracteriza a los auténticos chilapenses, es también gracias al buen gobierno que ha desplegado, aún con todos los pronósticos que desde un principio tenía en contra, el presidente municipal Jesús Parra García, quien de no ser por el flagelo de la violencia (que por cierto hay que decirlo no está directamente en sus manos resolver), no sería exagerado afirmar que está encabezando una de las mejores administraciones de que se tengan memoria.

Y es que después del lamentable atentado que terminó con la vida del entonces candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la alcaldía, Ulises Fabián Quiroz, y el nombramiento de Parra como candidato emergente, muy pocos o casi nadie esperaba siquiera que ganara la elección, mucho menos que aguantara los primeros trotes y reparos de ese brioso corcel llamado gobierno municipal.

Incluso entre los mismos priístas, sobre todo entre ciertos grupos que ya  habían detentado el poder político en el municipio, se veía con bastante recelo que el ex secretario particular del alcalde saliente –que si bien ya había sido regidor hace varias administraciones y ostentado algunos cargos públicos, pero que traía arrastrando consigo un pasado borrascoso producto de errores de juventud y ciertos excesos- pudiera hacer un buen papel como candidato, ya no digamos como primera autoridad municipal.

Sin embargo, así como a base de fuerza de voluntad Jesús Parra García  ha podido sobreponerse a esos excesos que en su momento le ocasionaron serios problemas, sobre todo con la  ayuda de gente tan valiosa como lo fue su señor padre que en paz descanse, también el ex dirigente juvenil priista ha sabido demostrar temple para sacar adelante una administración pese al cúmulo de adversidades que ha tenido que enfrentar y que son de todos conocidas.

Esta situación, desde luego, no ha pasado desapercibida no solamente para sus paisanos de la levítica ciudad junto con sus comunidades, sino también entre la clase política priísta estatal, quienes lo ven ya no como una joven promesa, sino como una clara realidad, un garbanzo de a libra que está demostrándole con creces a quienes confiaron en él que no se equivocaron al decidir que fuera el candidato sustituto.

Chilapa no solamente es uno de los municipios más grande en cuanto a extensión territorial y número de votantes en Guerrero, sino que ha sido tradicionalmente un bastión priísta que de ninguna manera dicho instituto político quiere perder.

De ahí que el desempeño que hasta ahora ha mostrado Parra García, chilapeño de cepa, con mucho amor por su municipio, seguramente será tomado en cuenta para cuando se tengan que tomar decisiones y, parafraseando al gran José Francisco Ruiz Massieu, venga lo que habrá de venir.

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