lunes, 7 de agosto de 2017

Fuego Político

* Al rescate del circuito turístico Río Azul

Por Enrique González Guerrero

Circuito turístico olvidado.
El llamado circuito turístico Río Azul a pesar que cuenta con bellezas naturales iniciando con el Borbollón, los Manantiales,  Santa Fe, las grutas de Juxtlahuaca y el parque recreativo CREA a un costado del Río Azul, este último sólo ha quedado en malos manejos financieros por parte de la Secretaría de la Juventud y la Dirección de Turismo.
Ese parque recreativo fue creado para promover el turismo con inversiones que le costaron al estado ahora sólo ha quedado en el olvido, las habitaciones en mal estado y la alberca semi olímpica sin agua y grietas en su hechura de concreto, entonces no hay nada que ofrecer para el turismo local e internacional.
Reactivar la economía de los que viven en ese centro turístico es tarea de todos y en especial el primer edil Alberto Rodríguez Jiménez, presidente de Quechultenango, retome la gestión e invite a sus colegas presidentes Jhobanny Jimenez  Mendoza y Marco Antonio Leyva Mena  de Mochitlán y Chilpancingo, a promover y gestionar a las grandes empresas para un proyecto de inversión donde se genere grandes ganancias y se emplee a las familias de la zona, aprovechando los recursos naturales y bellezas naturales, si se cuenta con aguas nacientes del Borbollón se puede capitalizar en un buen proyecto donde Guerrero y sus habitantes salgan ganando, en especial sus habitantes de Quechultenango y sus comunidades.
Sólo recordar el parque Acuático el Rollo donde se aprovecha la rivera del río Yautepec, en el estado de Morelos, ese lugar cuenta con más de cincuenta hectáreas de áreas verdes y construido en parque de diversión más importante en Latino  América, donde llegan turistas nacionales é internacionales para disfrutar 20 albercas, ola para surfear, áreas interactivas, río lento, tiendas de servicio, restaurantes,  áreas infantiles y programado también para gente de discapacidad.
Si esos inversionistas y autoridades locales de ese estado  reactivaron la economía de  Morelos principalmente en Jojutla,  Tlaquiltepec, Zacatepec, Alpoyeca y todos los poblados aledaños donde ofrecen su gastronomía, artesanía, vendimias diversas y hospedaje, recordemos que las cuarenta habitaciones que ofrece el hotel los Laureles a un costado del parque acuático es insuficiente y se tiene que echar mano de las habitaciones de hoteles particulares de la población de Tlaquiltenango y Jojutla, lugares cercanos que aprovechan para ofertar y reactivar su economía donde los lugareños se emplean en ese parque acuático, rebasando más de 300 empleos directos  en atención a los clientes de ese centro de diversiones, es solo un ejemplo de reactivación y mover al estado en un detonante económico donde las familias del Circuito Rio Azul,  se fortalezcan económicamente y sin salirse de la dinámica de trabajar en sus mismo negocios, ofreciendo su gastronomía a los visitantes pero de manera ordenada y verificados por el sector Salud para un mejor control sanitario y donde el turismo llegue de todos lados, incluidos los capitalinos donde ya merecen un lugar de cinco estrellas y gocen del confort de una diversión para toda la familia.
Otros ejemplos de otros estados como es el estado de Hidalgo, Oaxaca, Chiapas y el propio Acapulco donde la hotelería ofrece las bellezas naturales con mano de obra del hombre moderno para embellecer lugares que se convierten en turísticos, que las empresas constructoras guerrerenses tengan toda la atención en el circuito Río Azul  y que pueden ofrecer para una nueva imagen de diversión, si una empresa capitalina construyó el parque Ecológico Los Manantiales en una colonia de Chilpancingo, entonces ahí hay una propuesta si un pequeño espacio se construyó a un modelo de diversión de paseo y admirar la fauna y vida silvestre en ese pequeño y ordenado parque los Manantiales”, ahora solo se necesita un estudio a cincuenta veces mayor para embellecer el circuito Azul, si ya se cuenta con fauna, reptiles, plantas, árboles y bastante agua del Borbollón, solo se necesita el ingenio y la mano del hombre moderno para que esas aguas sean aprovechadas e inducidas a bellezas modernas, cascadas y bombeos para darle el toque moderno de aguas cristalinas y que ya se quite la etiqueta al Rio de Santa Fe” que esas aguas son las que corren del Rio Huacapa.
Los estudiosos geólogos que revisaron y estudiaron ese río, señalan las aguas del  Huacapa se filtran en el poblado de Mochitlán y la naturaleza se encarga de hacer su trabajo de filtración y pueden llegar al Rio Azul pero ya filtradas esas aguas, solo en los meses de mucha lluvia recorre las pluviales aguas negras de Chilpancingo agosto y septiembre en los otros meses no alcanza recorrer,  ese río se filtra y se desvía para utilizarla en la zona de riego de Mochitlán, las aguas que llegan a Santa Fe,  su mayor influencia viene del cerro del Naranjo y del Borbollón.
No tenemos por qué menospreciar nuestras bellezas naturales, a poco las aguas que utiliza el parque acuático El Rollo en el estado de Morelos no hace lo propio, las aguas negras que bajan de Cuernavaca, Tepoztlán y Oaxtepec y pasan por Tlaquiltenango donde esas aguas las convierten en bellezas naturales y hasta potable donde se divierten miles de familias y surten a los habitantes de agua ya potable, entonces es parte de la naturaleza las aguas negras se filtran y hacen su recorrido en lo ancho de nuestro estado y parte de la república así que disfrutemos las bellezas naturales y que las empresas constructoras y alcaldes de la región del circuito Azul gestionen con los grandes consorcios de los que operan en otros estados para que contemos con un circuito de acuerdo a nuestras necesidades y de paso que la economía se reactive para esa zona llamado Circuito Río Azul en el lugar donde se inspiró Juan Sánchez Andraca, escritor chilapeño, creador de varios libros donde una de sus cuitas plasmado en un libro Allá en el Río. 

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