jueves, 12 de octubre de 2017

Tercera Vía * Evodio, “las dos cara de Jano” Por Ernesto Rivera Rodríguez

Tercera Vía

* Evodio, “las dos cara de Jano”

Por Ernesto Rivera Rodríguez

Eernesto Rivera. Periodista.
A poco menos de un año, o meses, de que Evodio Velázquez Aguirre, termine su período constitucional como alcalde de Acapulco, o pida licencia para buscar continuar con “el  fuero”, hoy este ha perdido gran parte de su capital político el cual ha gastado en “bisuterías”, y usado en apagar sus propios “infiernitos”, impulsado lo más por su propia falta de experiencia administrativa, por su inmadurez, por las fuertes presiones aplicadas desde el centro del estado y del país, y por los restos históricos acumulados de las administraciones anteriores, y el sinnúmero de “topos perredistas” que tiene bajo la nómina al interior de su administración.

Hoy el alcalde se encuentra sometido a las fuerzas externas que no está en capacidad de atender, ni de entender, y mucho menos controlar, dedicado a administrar pobreza y soportar la boyante delincuencia organizada, pero que inciden directamente sobre la percepción de la ciudadanía, la cual tiene claro los dos modos del  actuar del alcalde porteño, que  como “Jano” el Dios de las dos caras, el comportamiento de Evodio, ha sido de una constante bipolaridad, entre la mitomanía y la corrupción galopante, entre el empecinamiento de la aplicación de sus ocurrencias y el “cosificar” los señalamientos y la crítica, como “golpeteo político”. Nada más infantil que eso. 

Engañar con su  demagogia, para luego correr a pedir apoyo, quien ve “moros con tranchetes” a cada paso que da, con su muy desgastado señalamiento del “golpeteo político”. Una aberración de cómo entiende desde su “infantilismo político”, la “cosa pública”. 

Evodio busca a como dé lugar y en cualquier circunstancia, “alienar-enajenar” todo evento público o privado a su favor, así lo hizo últimamente con la invitación que le hizo la diputada local Rosa Coral Mendoza, acompañarla en su cumpleaños, pero ni tardo ni perezoso, “politizo” el evento al mandar publicar una fotografía de dicha reunión, una inserción pagada, con la  retórica frase de, “Tenemos que gobernar pensando en la gente y dejar de lado lo que nos divide”. 

O ante los señalamientos de la fraudulenta operación de Capama, su pésimo servicio y el permanente desabasto del vital líquido, el alcalde porteño, una vez más hace gala de su frase predilecta cuando se ve acorralado por la realidad, la cual pretende a como  dé lugar “cosificarla”: “me están golpeando, es golpeteo político”, y en esta ocasión utilizó a los diputados locales perredistas como su “paño de lágrimas”.

De la inseguridad ni hablar, la violencia imparable se ha convertido en el sino de esta ciudad, de esta entidad. No existe programa que funcione, por más inserciones pagadas que hagan, como las “famélicas brigadas Hércules” que desaparecieron sin pena ni gloria, lo mismo sucederá con la operación Centauro. Al tiempo.

Evodio perdió la reelección, hoy busca cualquier otra cosa que lo mantenga al margen, si no de fuertes investigaciones por parte de la AGE, u otras instancias, si del quedar fuera y quedar política  y constitucionalmente desprotegido, aunque hoy ni eso protege cuando se comprueba de los hechos de corrupción graves, por comisión u omisión,  y por favor que no pregunte: “Quién mato al Comendador…” porque recibirá como respuesta “Fuenteovejuna Señor”.      
   

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