Chicotazos
* Chilapa: Prudencia y respeto
Francisco Javier Flores V.
Francisco Javier Flores V. Periodista. |
La desaparición del director de Obras Públicas del Ayuntamiento de Chilapa y dos personas que le acompañaban, a saber su chofer y un elemento de la Policía Municipal adscrito como escolta del funcionario, la tarde del pasado 23 de este mes de agosto, vino a asestar un nuevo golpe a los esfuerzos que pueblo y gobierno chilapenses vienen haciendo en la búsqueda de la tan ansiada paz y tranquilidad para la levítica ciudad.
Sobre todo, representa un motivo de preocupación para el presidente municipal, Jesús Parra García, quien como gobernante ha visto como esta espiral de violencia e inseguridad que azota prácticamente a todo el país, le ha venido ocasionando bajas sensibles a su equipo de colaboradores, en una clara demostración de que nadie se encuentra a salvo de sufrir un atentado a su integridad física, ni aún contando con resguardo personal.
Más allá de las circunstancias en las que se desarrolló la desaparición de José Luis Jiménez Parra y acompañantes, y la manera poco profesional y se puede decir que hasta irresponsable con que algunos medios de comunicación han manejado el asunto, lo cierto es que hasta el momento nadie puede asegurar que se trate de un secuestro, una privación ilegal de la libertad o, como se dice a últimas fechas, un "levantón".
Y es precisamente la falta de evidencias claras, que demuestren que los empleados municipales fueron atacados y llevados en contra de su voluntad, es lo que ha motivado al alcalde chilapense asumir una actitud prudente, y sobre todo de mucho respeto a las acciones que los familiares puedan emprender ante el hecho, este sí irrefutable, de que dichas personas no aparecen por ningún lado.
Hasta donde se sabe, la misma familia de los desaparecidos se ha reservado el derecho de interponer una denuncia por desaparición de persona ante la autoridad competente, quizá con la esperanza y fe de que sus parientes puedan aparecer con vida y regresar a sus hogares. Ello es justamente lo que ha motivado a Jesús Parra a mantenerse cauteloso, respetando el dolor que para esposas, padres, hijos, representa esa incertidumbre de no saber dónde está su ser querido, y sobre todo en qué condiciones se encuentra.
Un vistazo a las publicaciones de medios de comunicación sobre el caso, indica que algunos incluso mencionan hora, lugar y circunstancia; es más, dan cuenta del supuesto motivo del viaje del funcionario a Chilpancingo y con quién se pensaba entrevistar, algo que ni siquiera el presidente municipal sabía pues no fue informado ni asignó comisión alguna para ese día a los involucrados, y menos fuera de horario laboral.
Lo que no ha dejado de hacer Parra García, es mantenerse a la expectativa y patentizar su solidaridad y apoyo a los familiares de sus colaboradores de los que hasta el momento no se sabe nada de su paradero, no se han presentado a laborar ni han tenido, que se sepa, contacto con nadie.
Mientras tanto, las labores en el Ayuntamiento chilapense se desarrollan de manera normal y el alcalde, con todo y el pesar que le embarga, continúa en su esfuerzo cotidiano de procurar el desarrollo, el progreso y mejores condiciones de vida para sus gobernados, pero a la vez pendiente de que la autoridad ministerial, si es que así lo solicita la familia, pueda hacer lo necesario para que esas personas aparezcan sanas y salvas. Es lo que deseamos todos.
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