jueves, 15 de febrero de 2018

Chicotazos • El factor Jacko V Por Francisco Javier Flores V.

Chicotazos

El factor Jacko V

Por Francisco Javier Flores V.

A sólo  unos días, probablemente horas, de que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) defina quién será su propuesta a la presidencia municipal de Acapulco, con los resultados de las encuestas ya en las manos de los altos jerarcas, un fuerte jaloneo se registra entre los líderes de las diferentes corrientes perredistas, que al saber que no fueron favorecidos por las preferencias ciudadanas buscan afanosamente no quedar fuera del reparto de espacios.

En el marco del consejo estatal electivo que según parece se reanudará este jueves en Chilpancingo (fue suspendido el sábado 3 de febrero pasado por falta de acuerdos entre las corrientes), el caso del municipio más importante del estado se le ha complicado al partido por el dilema de postular a uno de sus cuadros militantes o a un externo que sea realmente competitivo ante el tamaño del adversario que tendrá enfrente, pero que además tendrá que medirse con las propuestas que hagan los partidos Movimiento Ciudadano y Acción Nacional, con quienes irán coaligados.

Ya despojados de la engañosa publicidad y ubicados en su realidad, personajes como Víctor Aguirre Alcaide, Ilich Augusto Lozano Herrera, Ramón Almonte Borja y Francisco Torres Miranda han entendido o deberían entender que nada tienen que hacer en esa competencia, y sus dirigentes de corrientes, en el caso de los tres últimos abocarse a la búsqueda de espacios dentro de las planillas como regidores y síndicos. Víctor sería un caso especial pues él mismo encabeza su propia corriente, la Unidad de Izquierda Guerrerense, y por ende las negociaciones.

En esa línea, quienes quedarían en la recta final serían David Jiménez Rumbo, dirigente del Grupo Guerrero; Joaquín Badillo Escamilla, empresario, presidente del Consejo Coordinador Empresarial en Guerrero y de la fundación JACKOmienza,  y Marco Antonio Terán Porcayo, priísta, o al menos no se ha sabido de su renuncia a dicho instituto político, por el que contendió apenas la elección pasada por el mismo cargo.

Porcayo, oriundo de Arcelia y quien tras su derrota prácticamente desapareció del escenario político para volver a reaparecer hace apenas un par de meses, tiene el estigma de ser considerado el Caballo de Troya enviado por el senador con licencia René Juárez Cisneros –grupo político con el que se le identifica- para infiltrar las filas perredistas, y en general es mal visto no solamente por los dirigentes de corrientes, sino por las mismas bases que no alcanzan a entender cómo es que le dieron cabida en el proceso interno. 

David Jiménez, nacido en el vecino estado de Michoacán, es un personaje que si bien concita algunas simpatías por su estilo bufón y dicharachero, su misma forma de conducirse genera desconfianza, un elemento clave para alguien que aspira a gobernar un municipio inmerso en tantos problemas de inseguridad y violencia. Por si fuera poco, sus apariciones públicas rodeado de gente vestida de civil armada hasta los dientes –aunque él asegura que son policías- no le ayudan mucho.

Jacko Badillo vendría siendo la otra cara de la moneda de Terán Porcayo. Con su participación en la elección anterior, donde obtuvo arriba de 15 mil votos más 16 mil que le fueron anulados por la confusión que generó en el Partido Verde Ecologista de México, por el que contendió, al no ir aliado con el PRI, fue factor fundamental para que el PRD con Evodio Velázquez Aguirre como candidato se alzara con la victoria. Razón de más para considerar un eventual apoyo no solamente de Nueva Mayoría, corriente que encabeza el actual alcalde, sino de los demás grupos perredistas que fueron beneficiados con los principales cargos, entre ellos Grupo Guerrero, UIG, IPG, CODUC, entre otras.

Contrario a Terán, Badillo no se escondió, sino que a partir de su experiencia electoral redobló sus actividades de ayuda y asistencia social sobre todo a quienes más lo necesitan a través de su asociación civil, y lo más sobresaliente, con recursos propios que le permitieron formar una estructura de más de 30 mil afiliados y miles de simpatizantes por el contacto directo que ha tenido a ras de tierra con la gente del pueblo, de los barrios, colonias y comunidades.

Por si fuera poco, nadie puede rebatir que de todos los que se ofertan, es el único auténticamente acapulqueño, forjado en la cultura del esfuerzo para crear sus propias empresas de seguridad y limpieza, y con la suficiente preparación académica y profesional para estar a la altura de un municipio tan importante para Acapulco.

Diversas encuestas lo han colocado arriba en las preferencias ciudadanas; la única que se recuerda donde fue superado, es aquella donde participó también el alcalde Evodio Velázquez (con todo y su estructura municipal), quien habría salido en primer lugar seguido muy de cerca de Jacko Badillo quien quedó en segundo. Los demás fueron ubicados muy lejos. En los últimos careos, incluso, aparece arriba de personajes como Ricardo Taja Ramírez, el seguro candidato del PRI, y de Adela Román Ocampo, quien al parecer será la candidata de Morena. El PRD tiene la palabra.

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