Epístolas
Surianas
(Carta a Don Héctor)
De Julio Ayala Carlos
Julio Ayala Carlos. Periodista. |
EL ASESINATO DE UN integrante
del Fusdeg, a manos de elementos de la Upoeg, en el municipio de Tierra
Colorada, debe, y debería, poner en alerta al Gobierno del estado, o mejor
dicho, a la Secretaría de seguridad Pública estatal, y a la propia Fiscalía General,
y por supuesto, al Gobierno federal, incluido el Ejército mexicano y la Policía
federal, con todo y las violaciones a los derechos humanos que cometen en esta
guerra que se lleva contra el narco y la delincuencia organizada.
Y es que no son pocas las
muertes que han ocurrido entre ambos grupos que en el discurso defienden a las
comunidades de la delincuencia, pero que en los hechos no siempre ocurre así,
razón precisamente por la que se encuentran enfrentados, luego de que de la
Upoeg se desprendió un grupo de supuestos comunitarios para posteriormente
fundar el Fusdeg.
Hay que decirlo. Ciertamente
tanto el Fusdeg como la Upoeg parecen defender, y representar, intereses ajenos
a los de los pueblos en los que se encuentran, pues ni han acabado con la delincuencia
ni han logrado la paz y la tranquilidad de la población, a la que por cierto
mantienen sometida a sus intereses con fines no muy claros.
Precisamente por esos
intereses es que ambos, la Upoeg y el Fusdeg, se encuentran enfrentados, con
muertos de cada uno y otro lado; con acusaciones mutuas de emboscadas y
acusaciones de defender o pertenecer a grupos específicos de delincuentes.
Precisamente por ese enfrentamiento entre ambos grupos, en vez de establecer
una alianza en contra de la delincuencia, es que el domingo pasado fue muerto a
tiros un miembro del Fusdeg, cuando se encontró con un retén de la Upoeg en
Tierra Colorada.
En este sentido, mientras la
Upoeg señala que solo se defendió cuando Edilberto Santiago Díaz intentó
dispararles en un retén, solo que se le encasquilló el arma que portaba, el
Fusdeg acusa que su compañero fue ejecutado en una emboscada, lo que ha
polarizado el encono entre ambos grupos que se asumen como policías
comunitarios, aunque portan armas de uso exclusivo del Ejército.
Es pues cuestión de tiempo. El
cobro de agravios está latente entre ambos grupos. Si la sangre derramada no ha
llegado al río, por el hecho de que no ha sido suficiente, es cuestión de que
alguien, incluso ajeno al Fusdeg y a la Upoeg, encienda la mecha con
consecuencias muy lamentables que pondrían al estado de Guerrero mucho peor de
lo que actualmente se encuentra.
Por eso es importante que el
Gobierno estatal, y el federal también, tomen en cuenta el enfrentamiento entre
ambos grupos de “policías comunitarios”. No hacerlo, es ignorar un problema que
puede, porque ambos tienen en su poder no solo escopetas, sino incluso fusiles
de asalto, de uso exclusivo del Ejército mexicano, llenar de luto al pueblo de
Guerrero. Hasta ahora, solo la Comisión de los Derechos Humanos de la entidad,
encabezada por Ramón Navarrete Magdaleno, ha tomado cartas en el asunto,
mediando entre las partes para que la sangre no llegue al río.
En efecto, de no ser por la
Codehum, quien además de mediar entre las partes y de buscar coincidencias
entre ambos grupos para acabar con su enfrentamiento, con el fin de evitar un
baño de sangre, poco o nada se sabe sobre alguna autoridad del gobierno estatal
para atender y resolver el conflicto entre ambos grupos que, como decía, ya ha
costado varios muertos. Ojalá y no ocurra que después de ahogado el niño,
quieran tapar el pozo.
Y EN OTRO ASUNTO, este fin de
semana el presidente municipal de Chilapa, Jesús Parra García, inició con la
entrega de fertilizante para el ciclo agrícola
primavera-verano, en beneficio de 25 mil 993 campesinos registrados en
el padrón respectivo. Y lo que es mejor, el paquete de fertilizante, que
contempla además abono orgánico, es gratuito, tanto porque el gobierno estatal
también pone la parte que aportaban los productores, como porque el alcalde
decidió que el arrastre hasta las comunidades sea absorbido por el gobierno que
encabeza.
Durante su intervención en el
evento, el primer edil de este municipio externó un agradecimiento a los
regidores de la comuna por acordar que el arrastre del fertilizante sea
gratuito. Asimismo al gobernador del Estado Héctor Astudillo Flores, quien en
campaña, dijo, hizo el compromiso con los campesinos y con hechos está
demostrando que es un gobernador que cumple.
Parra García aseguró que los
recursos se están manejando de la mejor manera, a la vez que reconoció el
trabajo que realiza la Dirección de Fertilizante y Fomento Tecnológico por
atender a las personas, e instruyó a que “sigan atendiendo a la gente de una
manera amable, porque a ellos les debemos que hoy les estemos sirviendo”. El
mandatario municipal informó que la inversión del municipio en cuanto al
traslado es de 40 millones de pesos. “Iniciaremos con las comunidades más
alejadas que conforman Chilapa”, anunció.
Y cheque usted. Nada más la
inversión estatal del Ayuntamiento de Chilapa, sin contar el arrastre, es de 40
millones de pesos que, dijo Jesús Parra, bien lo vale el apoyo a los campesinos
de ese municipio, el cual, al igual que otros del estado, no solo es violencia,
sino trabajo para lograr el desarrollo y bienestar que requieren las mujeres y
los hombres chilapenses.
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julio651220@hotmail.com
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