Nada Personal
·
¿A quién le importan los
muertos en Acapulco?
Por Kenia
Guzmán Pérez
Kenia Guzmán Pérez. Periodista. |
Hasta las 5 de la tarde del día de hoy 18 de abril
de 2016 que estaba redactando esta columna, iban 4 personas ejecutadas en
distintos puntos de Acapulco. El primero, a las 10 de la mañana fue un taxista
de Costa Azul; casi a la hora el segundo
fue un mesero de un restaurante de la playa Papagayo, en plena Costera; el
tercero como a las 2 de la tarde, fue un mecánico de la colonia Alianza Popular
y el cuarto un joven de los llamados “viene viene” de Tepito fue acribillado
casi a las 4 de la tarde.
Un día antes, el domingo 17, fue de los más
sangrientos que han ocurrido en Acapulco con un resultado de 11 muertos, salvo
en ocasiones que se han encontrado muchos cadáveres, como los 17 ejecutados y
descabezados dela Plaza Sendero y otros casos más que ya no alcanzo a recordar.
Mi memoria, al igual que la de muchos acapulqueños está atiborrada de muertos y ejecutados que ya no
puede almacenar ni un caso más.
Hace días que no había escrito mi sencilla columnita
Nada Personal, porque para mí lo más importante en estos tiempos es escribir
sobre los casos de la narcoviolencia que me ha tocado vivir de cerca, pero
alguien me preguntó que porque escribía sobre ese tema, del que todos hablan y
que a nadie le interesa resolver. Que yo no he sufrido la terrible violencia e
inseguridad que han pasado cientos o ya miles de familias en Guerrero y más en
Acapulco.
Sin embargo
caímos en la coincidencia de algo muy cierto: ¿Sabes porque al gobierno (o los
gobiernos) no hacen nada al respecto y no les interesa resolver esos crímenes?
¿Sabes porque a Astudillo y Evodio les importa un comino que haya 20 muertos
diarios en Acapulco o en todo Guerrero? . Y la excusa más tonta y frívola que
ha podido dar el gobernador Héctor Astudillo es que son ajuste de cuentas entre
narcos o integrantes del crimen organizado. O como dijo Evodio hace unos días,
“lo que pasa en Acapulco pasa en todos lados”. Como diciendo “déjenlos que se
maten entre ellos”, es lo que yo alcanzo a entender.
¿Sabes por qué no se combate al crimen?, ¿Sabes por qué
los mismos familiares de los muertos no reclaman justicia? ¿Por qué a los
acapulqueños ya no nos importan los muertos?. Todo eso me hizo reflexionar un
tiempo. Y ayer que me tocó pasar por donde ejecutaron a dos jóvenes de la
colonia Vista Hermosa, me asombró la indiferencia de los vecinos, de los
comerciantes de las misceláneas que seguían vendiendo enfrente de donde fue el
crimen, que cuando preguntamos que había pasado, la mujer contestó
fríamente: “ah, dicen que mataron a dos,
si pues hace un rato se oyeron balazos”.
No cabe duda:
ya a nadie le importan los muertos de Acapulco. Y a nadie le importa
porque la mayoría de estos muertos son taxistas, meseros, tortilleros, mecánicos,
chalanes, meseras, prostitutas, urbaneros, asaltantes y más integrantes de la llamada
clase baja del puerto. Una gran
diferencia del muerto que fue secuestrado y por el que a veces se reclama
justicia. Pero la mayoría de los ejecutados cruelmente a balazos son personas de
clase muy pobre, que muchas de ellas no necesariamente andaban en malos pasos o
eran cómplices del crimen organizado como se quiere hacer ver, sino que
tuvieron la desgracia de cruzarse en el camino de los malos y hasta ahí llegaron.
Ha habido gente inocente que ha caído en el fuego cruzado por desgracia de ir
pasando por ahí en el momento de la balacera. U otros que han muerto por error
o confusión. No se puede hablar de que todos pertenecían al crimen.
Esa es la cruel realidad. Mientras que el pueblo
siga poniendo los muertos, no habrá ningún problema. No habrá justicia, ni
combate, ni investigación. Ni nada por el estilo. Habrá programitas sociales,
operativos fallidos, policías de aparador, soldados de plomo, etc.
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