lunes, 18 de abril de 2016

Nada Personal. * ¿A quién le importan los muertos en Acapulco? Por Kenia Guzmán Pérez

Nada Personal

·        ¿A quién le importan los muertos en Acapulco?

Por Kenia Guzmán Pérez

Kenia Guzmán Pérez. Periodista.
Hasta las 5 de la tarde del día de hoy 18 de abril de 2016 que estaba redactando esta columna, iban 4 personas ejecutadas en distintos puntos de Acapulco. El primero, a las 10 de la mañana fue un taxista de Costa Azul; casi a la hora  el segundo fue un mesero de un restaurante de la playa Papagayo, en plena Costera; el tercero como a las 2 de la tarde, fue un mecánico de la colonia Alianza Popular y el cuarto un joven de los llamados “viene viene” de Tepito fue acribillado casi a las 4 de la tarde.
Un día antes, el domingo 17, fue de los más sangrientos que han ocurrido en Acapulco con un resultado de 11 muertos, salvo en ocasiones que se han encontrado muchos cadáveres, como los 17 ejecutados y descabezados dela Plaza Sendero y otros casos más que ya no alcanzo a recordar. Mi memoria, al igual que la de muchos acapulqueños está  atiborrada de muertos y ejecutados que ya no puede almacenar ni un caso más.
Hace días que no había escrito mi sencilla columnita Nada Personal, porque para mí lo más importante en estos tiempos es escribir sobre los casos de la narcoviolencia que me ha tocado vivir de cerca, pero alguien me preguntó que porque escribía sobre ese tema, del que todos hablan y que a nadie le interesa resolver. Que yo no he sufrido la terrible violencia e inseguridad que han pasado cientos o ya miles de familias en Guerrero y más en Acapulco.
 Sin embargo caímos en la coincidencia de algo muy cierto: ¿Sabes porque al gobierno (o los gobiernos) no hacen nada al respecto y no les interesa resolver esos crímenes? ¿Sabes porque a Astudillo y Evodio les importa un comino que haya 20 muertos diarios en Acapulco o en todo Guerrero? . Y la excusa más tonta y frívola que ha podido dar el gobernador Héctor Astudillo es que son ajuste de cuentas entre narcos o integrantes del crimen organizado. O como dijo Evodio hace unos días, “lo que pasa en Acapulco pasa en todos lados”. Como diciendo “déjenlos que se maten entre ellos”, es lo que yo alcanzo a entender.
¿Sabes por qué no se combate al crimen?, ¿Sabes por qué los mismos familiares de los muertos no reclaman justicia? ¿Por qué a los acapulqueños ya no nos importan los muertos?. Todo eso me hizo reflexionar un tiempo. Y ayer que me tocó pasar por donde ejecutaron a dos jóvenes de la colonia Vista Hermosa, me asombró la indiferencia de los vecinos, de los comerciantes de las misceláneas que seguían vendiendo enfrente de donde fue el crimen, que cuando preguntamos que había pasado, la mujer contestó fríamente:  “ah, dicen que mataron a dos, si pues hace un rato se oyeron balazos”.
No cabe duda:  ya a nadie le importan los muertos de Acapulco. Y a nadie le importa porque la mayoría de estos muertos son taxistas, meseros, tortilleros, mecánicos, chalanes, meseras, prostitutas, urbaneros,  asaltantes y más integrantes de la llamada clase baja del puerto.  Una gran diferencia del muerto que fue secuestrado y por el que a veces se reclama justicia. Pero la mayoría de los ejecutados cruelmente a balazos son personas de clase muy pobre, que muchas de ellas no necesariamente andaban en malos pasos o eran cómplices del crimen organizado como se quiere hacer ver, sino que tuvieron la desgracia de cruzarse en el camino de los malos y hasta ahí llegaron. Ha habido gente inocente que ha caído en el fuego cruzado por desgracia de ir pasando por ahí en el momento de la balacera. U otros que han muerto por error o confusión. No se puede hablar de que todos pertenecían al crimen.

Esa es la cruel realidad. Mientras que el pueblo siga poniendo los muertos, no habrá ningún problema. No habrá justicia, ni combate, ni investigación. Ni nada por el estilo. Habrá programitas sociales, operativos fallidos, policías de aparador, soldados de plomo, etc.

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