Aflora intolerancia en gobierno de piel finita
Alfonso
Flores González*
 |
Florencio Salazar Adame. |
Mal y de malas el
recién iniciado gobierno de Héctor Antonio Astudillo Flores en Guerrero, quien
acorralado por la delincuencia que se percibe y que los ciudadanos viven en
todos los rincones de la entidad, acude por segunda ocasión a “dialogar” con el
Presidente de la República, Enrique Peña Nieto para buscar su apoyo y combatir
este flagelo que no cede, por el contrario, aumenta.
Y decimos por segunda
ocasión, porque en el primer día que asumiera la primera magistratura estatal,
todo el gabinete de seguridad se diera cita en esta entidad, como un claro
mensaje de que estaría arropado, por todas las fuerzas de seguridad, incluida
el Ejército y la Marina durante su mandato al frente de los guerrerenses.
Al parecer solo quedó
en eso, en buenos deseos y poses mediáticas, a un mes de su gobierno de Héctor
Antonio Astudillo Flores, las estrategias de seguridad han fallado.
Si a eso le sumamos
que sus funcionarios de primer nivel le han abierto un nuevo frente de batalla
contra la prensa o periodistas incómodos que critican y exhiben las fallas en
la administración estatal y que al parecer tienen una “piel finita”, el
panorama se le complica al Gobernador y bien cabría en este nuevo affaire la
frase, “no me ayudes compadre”
Retorno
con piel finita
El gobernador Héctor
Antonio Astudillo Flores nombró en la Secretaría General de Gobierno a
Florencio Salazar Adame, hombre experimentado en estas líes políticas o cuando
menos eso demostró siendo funcionario con otros ex Gobernadores, su paso en
cargos federales o como embajador en países como Colombia, pudieran haber
cambiado su perspectiva política y su forma de manejarla.
Pero existe una verdad
irrefutable y de la cual no se puede desligar de ninguna manera, el Secretario
General de Gobierno, es quien maneja la política interna del Estado y por ende,
tiene una responsabilidad constitucional, con los guerrerenses y con el
gobernador. Una política de conciliación, jamás de confrontación, a menos que
esa haya sido una de las nuevas directrices que le marcara Héctor Antonio
Astudillo Flores.
Florencio Salazar
Adame ha protagonizado un nuevo episodio, en lo que lleva al frente de la Secretaría
General de Gobierno, el primero no fue menos importante, sobre todo por la
investidura que porta.
El pasado 22 de noviembre,
en la página seis, se publicó en el periódico El Sur una declaración de
Florencio Salazar Adame, la cual citamos “Por este medio me consagro a mi
mismo, a mi familia, mi gobierno y el Estado de Guerrero y todos los empleados
que están bajo mi responsabilidad, le pido A Dios bajo la intercesión del
inmaculado Corazón de María y el Sagrado Corazón de Jesús que escuche y acepte
mi acto de consagración, le entrego a Dios y a su divina voluntad todo lo que
somos y todo lo que tenemos en el Estado. Al hacer esta consagración, le pido a
Dios perdón por todo lo que ha sucedido en nuestro estado en el pasado y le
pido que nos ayude a cambiar todo lo no sea de él, que nos conceda la paz y el
orden social de nuestra patria, yo Florencio Salazar Adame como representante
del gobernador Héctor Astudillo Flores declaro este juramento delante de dios y
del pueblo. Amen”.
Las críticas a estas
declaraciones no se hicieron esperar, sobre todo por parte de algunos medios y
periodistas que aún conservan su imparcialidad y su independencia de las
directrices, que marcan los convenios gubernamentales.
Porque al parecer al
Secretario General de Gobierno, Florencio Salazar Adame y como representante
del Gobernador, Héctor Antonio Astudillo Flores no puede hacer ese tipo de
manifestaciones religiosas, porque somos un gobierno laico.
En todo caso, habría
que cambiar nuestras definiciones a “Gobierno del Estado de Guerrero, católico,
libre y democrático”, digo para que no quede la menor duda.
Porque tampoco se
puede salir por la tangente y decir que hizo ese juramento de forma personal,
cuando lo manifestado exhibiera otra cosa en esa misa Por la Paz, realizada en
el exclusivo Club de Golf.
Las criticas,
señalamientos, correcciones y notas en contra a estas declaraciones, no le
gustaron al Secretario General de Gobierno, a grado tal que anunció en su
cuenta de Facebook que en su momento, “en su momento, daría su respetuosa
respuesta” a cada comentario. La cual por cierto nunca llegó y aún se sigue
esperando.
Irreconocible
e intolerante
El otro affaire
protagonizado pro Florencio Salazar Adame, se dio la mañana del viernes 27 de
noviembre, cuando el funcionario estatal de forma sorpresiva arribó a la cabina
de Radio Universidad, para encarar al conductor Sergio Ocampo Arista, por
criticas que minutos antes hacía al gobierno de Héctor Antonio Astudillo
Flores.
Ya existe un audio que
circula por algunos portales de noticias por internet, donde se escucha al
funcionario, Florencio Salazar Adame encarar, amenazar y advertir que sería el
responsable si algo le pudiera pasar a él y a su familia por los comentarios
que calificó de “irresponsables”.
¿Pero qué fue lo que
le incomodó a Florencio Salazar Adame?
De acuerdo a lo que se
conoció, el periodista y corresponsal de La Jornada, Sergio Ocampo Arista
habría dicho que le parecía sospechoso que antes del ataque contra policías
comunitarios en Tixtla, el Estado habría retirado los retenes que había en los
accesos de esa ciudad.
Y en su iracunda y
abrupta defensa el funcionario estatal reconocía que así habría sido, pero que fue a petición de autoridades electorales y no por conjeturas que hacía el
comunicador, además de que señalaba que esto podría ser una estrategia de
contrainsurgencia que Florencio Salazar habría aprendido durante su estancia en
Colombia como Embajador.
“Es grave porque tú
pones en riesgo mi vida y la de mi familia. Quienes te escuchan hablar con esa irresponsabilidad,
piensan que yo estoy atrás de que se cometan actos sangrientos contra grupos
que independientemente puedan o no violar la Ley, debieran en todo caso ser
sometidos a la justicia y es por eso que vine de inmediato a este programa”,
expresara como justificación.
Pero vamos más
despacio en este nuevo episodio de Florencio Salazar Adame y dando respuesta a
los corifeos y plumas pagadas que de inmediato han comenzado su defensa a
ultranza del principal funcionario del gobierno de Héctor Astudillo Flores.
En primer lugar el
señor debe de saber que tiene derecho de réplica en todo momento, como
funcionario o como ciudadano, pero ésta debe de ser pedida con respeto, no de
manera abrupta y violenta, como se dio el caso.
Si el funcionario estatal
consideraba que existía una difamación en su persona y por consecuentemente
ponía en riesgo su vida y la de su familia, como así lo manifestó, existen los
canales legales para hacer valer la ley, que él mismo representa, sabemos que
estamos en un Guerrero bronco, pero de eso a llegar estos extremos, habría que
pensarlo.
Florencio Salazar
regresó a su tierras chilpancingueñas con piel finita y extremadamente
sensible, si esa es la carta de presentación del gobierno de Héctor Antonio
Astudillo Flores, que podríamos espera de su slogan de “orden y paz”, cuando su
propio secretario General de Gobierno no tiene ni orden de lo que representa y
busca camorra, en vez de paz. Sale.
(*) Colaborador.