Prevenirse
ante los fríos que vienen,
recomienda
Delegación IMSS Guerrero
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Las
Infecciones Respiratorias Agudas se presentan en todos los grupos de edad, son
más frecuentes en niñas y niños de uno a cuatro años de edad, advierte
Prensa/IMSS

Estas enfermedades son la
primera causa de consulta en Medicina Familiar durante el invierno y ocasionan
un alto índice de ausentismo laboral, con las consiguientes afectaciones a la
economía y a la vida familiar, informó la jefa de servicios de Prestaciones
Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Guerrero, María de
Lourdes Carranza Bernal.
Aunque las Infecciones
Respiratorias Agudas se presentan en todos los grupos de edad, son más
frecuentes en niñas y niños de uno a cuatro años de edad, comentó la doctora
del IMSS Guerrero.
Carranza Bernal explicó que
las Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) se clasifican en altas y bajas. En
las IRA altas o del tracto superior, los microorganismos afectan la nariz, los
senos paranasales (debajo de los pómulos), la laringe, la faringe y el oído
medio. Algunas de éstas son rinitis, faringitis, amigdalitis, rinofaringitis,
sinusitis y otitis.
Mientras que en las IRA´s
bajas o del tracto inferior, los gérmenes atacan la tráquea, los pulmones, los
bronquios, los bronquiolos y los alvéolos pulmonares. Las más comunes son:
laringitis, traqueitis, bronquitis, pulmonía y neumonía.
En su fase inicial, los
síntomas de las IRA son: fiebre, ardor de ojos y/o lagrimeo, estornudos y
obstrucción nasal, secreción o flujo transparente que drena frecuentemente por
las fosas nasales, tos seca, dolores de cabeza, garganta y cuerpo.
Ante la presencia de estas
molestias, es indispensable acudir con el médico familiar para que realice el
diagnóstico y brinde un tratamiento adecuado. La mayoría de las veces se
prescriben analgésicos, antipiréticos (para bajar la fiebre), nebulizaciones y,
en caso necesario, antibióticos. Con la medicina y los cuidados necesarios
(reposo, tomar agua y alimentación balanceada), los malestares deberán
desaparecer entre tres días y una semana.
Si después del tratamiento, no
se nota mejoría o se presentan complicaciones como: amígdalas inflamadas con
pus, dolor en el pecho y espalda, dificultad para respirar, fiebre elevada,
hundimiento de costillas, pérdida del apetito y labios y uñas amoratados se
recomienda regresar con su médico familiar o al servicio de Urgencias.
En caso necesario, se
realizarán estudios más profundos a fin de descartar padecimientos como:
neumonía, rinosinusitis, crisis asmáticas o incluso Enfermedad Pulmonar
Obstructiva Crónica (EPOC).
El factor de riesgo de las IRA
son las enfermedades de las vías respiratorias no tratadas o mal cuidadas y la
exposición a los cambios bruscos de temperatura. La forma de contagio es el contacto con
personas enfermas, que tosen o estornudan frente a otra sin cubrirse la boca o
el uso de vasos o cubiertos contaminados con la saliva de un enfermo.
Para prevenir que los niños se
contagien, el IMSS recomienda vacunarlos contra la influenza estacional, darles
alimentos con alto contenido de vitamina C (la guayaba, la naranja y la
toronja, entre otras frutas de temporada). Procurar que tomen muchos líquidos,
de preferencia agua natural, abrigarlos adecuadamente, es decir, de acuerdo a
la temperatura ambiente.
Evitar exponerlos a cambios
bruscos de temperatura, no fumar o consumir productos de tabaco dentro del domicilio o cerca de la familia.
Indicó que a fin de prevenir
estos padecimientos entre sus derechohabientes y sus trabajadores, la
Institución realiza diversas acciones en sus unidades de medicina familiar y en
sus centros de trabajo. Entre éstas destacan: campañas de vacunación, promoción
de la salud e impulso de la lactancia al seno materno durante los primeros seis
meses de vida.
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