sábado, 28 de noviembre de 2015

Opinión. Aflora intolerancia en gobierno de "piel finita". Por Alfonso Flores González

Aflora intolerancia en gobierno de piel finita

Alfonso Flores González*

Florencio Salazar Adame.
Mal y de malas el recién iniciado gobierno de Héctor Antonio Astudillo Flores en Guerrero, quien acorralado por la delincuencia que se percibe y que los ciudadanos viven en todos los rincones de la entidad, acude por segunda ocasión a “dialogar” con el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto para buscar su apoyo y combatir este flagelo que no cede, por el contrario, aumenta.
Y decimos por segunda ocasión, porque en el primer día que asumiera la primera magistratura estatal, todo el gabinete de seguridad se diera cita en esta entidad, como un claro mensaje de que estaría arropado, por todas las fuerzas de seguridad, incluida el Ejército y la Marina durante su mandato al frente de los guerrerenses.
Al parecer solo quedó en eso, en buenos deseos y poses mediáticas, a un mes de su gobierno de Héctor Antonio Astudillo Flores, las estrategias de seguridad han fallado.
Si a eso le sumamos que sus funcionarios de primer nivel le han abierto un nuevo frente de batalla contra la prensa o periodistas incómodos que critican y exhiben las fallas en la administración estatal y que al parecer tienen una “piel finita”, el panorama se le complica al Gobernador y bien cabría en este nuevo affaire la frase, “no me ayudes compadre”

Retorno con piel finita
El gobernador Héctor Antonio Astudillo Flores nombró en la Secretaría General de Gobierno a Florencio Salazar Adame, hombre experimentado en estas líes políticas o cuando menos eso demostró siendo funcionario con otros ex Gobernadores, su paso en cargos federales o como embajador en países como Colombia, pudieran haber cambiado su perspectiva política y su forma de manejarla.
Pero existe una verdad irrefutable y de la cual no se puede desligar de ninguna manera, el Secretario General de Gobierno, es quien maneja la política interna del Estado y por ende, tiene una responsabilidad constitucional, con los guerrerenses y con el gobernador. Una política de conciliación, jamás de confrontación, a menos que esa haya sido una de las nuevas directrices que le marcara Héctor Antonio Astudillo Flores.
Florencio Salazar Adame ha protagonizado un nuevo episodio, en lo que lleva al frente de la Secretaría General de Gobierno, el primero no fue menos importante, sobre todo por la investidura que porta.
El pasado 22 de noviembre, en la página seis, se publicó en el periódico El Sur una declaración de Florencio Salazar Adame, la cual citamos “Por este medio me consagro a mi mismo, a mi familia, mi gobierno y el Estado de Guerrero y todos los empleados que están bajo mi responsabilidad, le pido A Dios bajo la intercesión del inmaculado Corazón de María y el Sagrado Corazón de Jesús que escuche y acepte mi acto de consagración, le entrego a Dios y a su divina voluntad todo lo que somos y todo lo que tenemos en el Estado. Al hacer esta consagración, le pido a Dios perdón por todo lo que ha sucedido en nuestro estado en el pasado y le pido que nos ayude a cambiar todo lo no sea de él, que nos conceda la paz y el orden social de nuestra patria, yo Florencio Salazar Adame como representante del gobernador Héctor Astudillo Flores declaro este juramento delante de dios y del pueblo. Amen”.
Las críticas a estas declaraciones no se hicieron esperar, sobre todo por parte de algunos medios y periodistas que aún conservan su imparcialidad y su independencia de las directrices, que marcan los convenios gubernamentales.
Porque al parecer al Secretario General de Gobierno, Florencio Salazar Adame y como representante del Gobernador, Héctor Antonio Astudillo Flores no puede hacer ese tipo de manifestaciones religiosas, porque somos un gobierno laico.
En todo caso, habría que cambiar nuestras definiciones a “Gobierno del Estado de Guerrero, católico, libre y democrático”, digo para que no quede la menor duda.
Porque tampoco se puede salir por la tangente y decir que hizo ese juramento de forma personal, cuando lo manifestado exhibiera otra cosa en esa misa Por la Paz, realizada en el exclusivo Club de Golf.
Las criticas, señalamientos, correcciones y notas en contra a estas declaraciones, no le gustaron al Secretario General de Gobierno, a grado tal que anunció en su cuenta de Facebook que en su momento, “en su momento, daría su respetuosa respuesta” a cada comentario. La cual por cierto nunca llegó y aún se sigue esperando.

Irreconocible e intolerante
El otro affaire protagonizado pro Florencio Salazar Adame, se dio la mañana del viernes 27 de noviembre, cuando el funcionario estatal de forma sorpresiva arribó a la cabina de Radio Universidad, para encarar al conductor Sergio Ocampo Arista, por criticas que minutos antes hacía al gobierno de Héctor Antonio Astudillo Flores.
Ya existe un audio que circula por algunos portales de noticias por internet, donde se escucha al funcionario, Florencio Salazar Adame encarar, amenazar y advertir que sería el responsable si algo le pudiera pasar a él y a su familia por los comentarios que calificó de “irresponsables”.
¿Pero qué fue lo que le incomodó a Florencio Salazar Adame?
De acuerdo a lo que se conoció, el periodista y corresponsal de La Jornada, Sergio Ocampo Arista habría dicho que le parecía sospechoso que antes del ataque contra policías comunitarios en Tixtla, el Estado habría retirado los retenes que había en los accesos de esa ciudad.
Y en su iracunda y abrupta defensa el funcionario estatal reconocía que así habría sido, pero que fue a petición de autoridades electorales y no por conjeturas que hacía el comunicador, además de que señalaba que esto podría ser una estrategia de contrainsurgencia que Florencio Salazar habría aprendido durante su estancia en Colombia como Embajador.
“Es grave porque tú pones en riesgo mi vida y la de mi familia. Quienes te escuchan hablar con esa irresponsabilidad, piensan que yo estoy atrás de que se cometan actos sangrientos contra grupos que independientemente puedan o no violar la Ley, debieran en todo caso ser sometidos a la justicia y es por eso que vine de inmediato a este programa”, expresara como justificación.
Pero vamos más despacio en este nuevo episodio de Florencio Salazar Adame y dando respuesta a los corifeos y plumas pagadas que de inmediato han comenzado su defensa a ultranza del principal funcionario del gobierno de Héctor Astudillo Flores.
En primer lugar el señor debe de saber que tiene derecho de réplica en todo momento, como funcionario o como ciudadano, pero ésta debe de ser pedida con respeto, no de manera abrupta y violenta, como se dio el caso.
Si el funcionario estatal consideraba que existía una difamación en su persona y por consecuentemente ponía en riesgo su vida y la de su familia, como así lo manifestó, existen los canales legales para hacer valer la ley, que él mismo representa, sabemos que estamos en un Guerrero bronco, pero de eso a llegar estos extremos, habría que pensarlo.
Florencio Salazar regresó a su tierras chilpancingueñas con piel finita y extremadamente sensible, si esa es la carta de presentación del gobierno de Héctor Antonio Astudillo Flores, que podríamos espera de su slogan de “orden y paz”, cuando su propio secretario General de Gobierno no tiene ni orden de lo que representa y busca camorra, en vez de paz. Sale.
(*) Colaborador.



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