martes, 16 de febrero de 2016

Nada Personal. Las mujeres de Guerrero hoy y siempre. Por Kenia Guzmán Pérez

Nada Personal
               
·         Las mujeres de Guerrero hoy y siempre

Por Kenia Guzmán Pérez

(Con cariño para mi mamá Rosalía Pérez  y mi hermana Erika Guzmán. Y mis amigas Zaida Carolina Díaz,  Flérida Barrientos, Mine Domínguez, Paty Zavaleta, Diana Cartagena, Aída Jiménez, Chuy Valencia y Tony Cárcamo, entre muchas más).

Kenia Guzmán Pérez. Periodista.
Ser mujer no es fácil. Menos es un estado tan complicado como es Guerrero.
La mujer, como todos lo sabemos, tiene el don de reproducirse, de criar, de ser madre, esposa,  ama de casa, profesionista o empleada.
Sostener  un hogar con mínimamente dos hijos, trabajar una jornada de 8 horas, atender una casa diariamente, lavar y planchar los fines de semana. Eso hace por lo general una mujer guerrerense perteneciente a la clase trabajadora. No obstante que otras, de las llamadas “luchonas”  como muchas mujeres admirables que conozco, en sus ratos libres venden cosméticos, ropa, zapatos, dulces, o atienden un pequeño negocio o son buenas empresarias.
Todos los días se puede ver a muchas mujeres que se desempeñan exitosamente en sus centros de trabajo y otras en sus hogares como amas de casa. Lo vemos en la calle con las comerciantes, las políticas, las funcionarias, las ejecutivas en los bancos, las maestras en las escuelas, las educadoras en los preescolares y guarderías. Hoy en día hay mujeres taxistas, en la construcción, en las policías, etc. Todo esto es admirable, aunque  dirán los hombres: “Eso hasta yo lo hago”. “No es nada del otro mundo”.  Es cierto. Pero no lo hacen.
En cambio la mujer, como un ser sensible y responsable,  sí  hace todo eso y aún mucho más.
Desafortunadamente ese trabajo que diariamente hacen las mujeres, nada más lo reconocen los hijos y la propia madre que nos parió. Ni en el trabajo, ni en la calle, el trabajo de las mujeres es valorado como debería de ser.
Los bajos salarios, el acoso laboral, el acoso sexual y la discriminación, son el pan diario de muchas mujeres que diariamente salen a trabajar. La cultura laboral en México es pésima. Las mujeres jóvenes y bonitas son presas fáciles de muchos “tiburones” que andan hambrientos, pero que de ser rechazados se convierten en sus peores enemigos. Las madres solteras también son las más vulnerables en los centros de trabajo. La pobreza en la que se encuentra la mayoría de los habitantes de la entidad, también sigue siendo otro factor  en contra de los objetivos de muchas mujeres, quienes tal vez un día pensaron en estudiar una carrera pero que no se pudo por falta de dinero en sus padres.
Hoy todas estas mujeres jóvenes y de mediana edad, sin estudios, sin recursos;  son víctimas (y algunas cómplices) del crimen organizado. Amigas, novias, amantes o quizá esposas de muchos involucrados en estas actividades ilícitas son el caldo de cultivo que después vemos acribilladas brutalmente en las calles.
Este día, también debe ser aprovechado no sólo para reconocer a la mujer mexicana como es en su mayoría: la mujer abnegada, sacrificada, trabajadora. Porque sigue existiendo este tipo de mujer quiérase o no. Pero también para guardar un minuto de silencio por esas mujeres que han sido acribilladas de una manera injusta, robándoles la vida y con ella, dejando en el vacío moral a su familia.

La mujer mexicana, especialmente la guerrerense somos mujeres al 100 por ciento. Que las norteñas, que las citadinas del DF…. De pronto nos quieren hacer menos.  No hay mejores, ni peores, eso lo he comprendido  a esta edad. Todas las mujeres merecemos respeto y cariño, porque somos iguales. Con estudios o sin estudios, la mujer es sinónimo de vida, de belleza, de amor y de entrega. ¡¡¡Felicidades  a todas las mujeres guerrerenses en este día!!!

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