miércoles, 10 de febrero de 2016

Nada Personal ¿Quién asesina mujeres periodistas? Por Kenia Guzmán Pérez

Nada Personal

·         ¿Quién asesina mujeres periodistas?

Por Kenia Guzmán Pérez

Kenia Guzmán. Periodista.
¡Terrible!. Lamentable. Inadmisible. No tengo palabras para calificar el crimen de la compañera reportera de Veracruz, Anabel Flores Salazar, que tras ser secuestrada por hombres armados en su casa de Orizaba, ayer apareció su cuerpo acribillado en los límites de Puebla.
La joven reportera cubría información policíaca y trabajaba para varios diarios de la entidad. Deja dos niños huérfanos, un bebé y otro de 2 años. Con su muerte, al menos 15 periodistas han sido acribillados en Veracruz desde 2010, uno de los estados mexicanos donde es más peligroso ser periodista, ya que las relaciones entre el gobernador del estado y la prensa son muy tensas.
A la reportera, quien tenía 27 años de edad, el gobierno veracruzano trató de relacionarla desde 2014 con Víctor Osorio Santacruz El Pantera, miembro de un grupo de la delincuencia organizada, quien supuestamente se encontraba con él en el momento de su detención el 30 de agosto de ese mismo año, por elementos del Ejército Mexicano. Cuando ese día ella estaba en una fiesta festejando su cumpleaños en compañía de sus familiares.
Anabel era de las pocas reporteras “rudas” que gustaba de trabajar la nota policiaca, poco común en el gremio periodístico, ya que la mayoría de las mujeres periodistas prefieren otras fuentes menos esa donde se trata de ver muertos, accidentes, andar entre policías y compañeros de la fuente policiaca. Pero ella a pesar de ser muy joven lo hacía. Por experiencia lo digo porque lo hice un tiempo y es fascinante pero riesgoso. Por lo que ella vivía y trabajaba cerca de los “lobos”. Un trabajo muy importante que valorar. No cualquiera lo hace.

Con Anabel son dos mujeres periodistas de Veracruz (la corresponsal de la revista Proceso, Regina Orozco, fue la primera) que han sido asesinadas de la  manera más brutal y cobarde, por parte de ¿quién?. ¿Del Estado?, ¿del gobernador Javier Duarte?, ¿del crimen organizado?; o ¿de ambos?.
Que terrible ha sido esa escena que quedará grabada en la mente de sus hijos, en la mente de todos los que vimos su cuerpo desnudo, tal vez mancillado, expuesto a la intemperie su ropa interior. Se merece una mujer trabajadora, para sacar adelante a sus hijos, una muerte tan horrorosa. Porque seguramente hubo tortura física, sicológica. Hubo miedo e incertidumbre de ella cuando fue sacada de su domicilio.
Como madre, posiblemente, nada más pensaba en sus hijos antes de morir. En su bebé de brazos y en su hijo de 2 años.  Que angustia pudo haber sentido esa mujer cuando fue atada de pies y manos.
¡Qué  triste! ¡qué injusto!. ¿Hasta cuándo van a parar los asesinatos de periodistas en México?. ¿Hasta cuándo van a terminar los feminicidios?.











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