viernes, 1 de enero de 2016

Epístolas Surianas. Año Nuevo y los mejores deseos. De Julio Ayala Carlos

Epístolas Surianas
(Carta a Don Héctor)

De Julio Ayala Carlos

El autor.
EL 2015 CONCLUYE. Y con él se van no solo alegrías que, sin duda, quedan guardadas en el recuerdo y en el corazón, sino también, 365 días de inseguridad y violencia.
Así es. Sin duda que el 2015 nos deja alegrías y buenos recuerdos, como por ejemplo, el nacimiento de un hijo, el reencuentro con el ser querido,  el festejo de cumpleaños, la reunión familiar, o el tener a la familia con salud y vida, y por supuesto, los momentos felices, en paz y con amor.
Pero también el 2015 nos deja 365 días de sinsabores, de amarguras, de dolor, de miedo, de angustia y zozobra, no solo por la pobreza que vivimos, sino por la violencia existente en el pueblo.
2015, sin duda, no fue un buen año, al menos para los guerrerenses, principalmente en el asunto de la seguridad pública, pues los muertos se multiplicaron, lo mismo que los secuestros,  los levantones y las extorsiones. No fue un buen año, pues ahora, ya ni siquiera los niños, los menores de edad, se salvan de la violencia.
Y tampoco fue un buen año porque a pesar de las cuentas alegres de la Sedesol federal, la pobreza en Guerrero se incrementa, los maestros no dan clases, y los políticos, los más, se enriquecen a costa de los dineros del pueblo, sin contar con que la impunidad, todo indica que llegó para quedarse.
No. El 2015 no fue un buen año para Guerrero, aunque hay que reconocer que en éste nació una buena esperanza. Es decir, el inicio de un nuevo gobierno, producto de la elección del 7 de junio pasado. Y es que, como tú sabes, los dos últimos gobernadores que tuvo el estado, es decir, Ángel Aguirre Rivero y Rogelio Ortega Martínez, resultaron ser no solo un fracaso, sino un acto criminal para los guerrerenses.
Por eso espero que este 2016 sea un año de esperanza, o mejor dicho, de hechos positivos, no solo en lo personal y familiar, sino también para la sociedad en su conjunto, para mis amigos, mis conocidos y vecinos, o lo que es lo mismo, para todos.
Sí. Yo sí tengo confianza en que este 2016 será mejor que los últimos diez años, por citar un periodo, pues de entrada hoy sí tenemos gobierno y se siente que se tiene un gobernador que trabaja.  Y eso lo podemos ver tanto en la Tierra Caliente, en la Costa Grande y Costa Chica, en Acapulco, en la región de la Montaña, en la zona Norte, y por supuesto en la región Centro; en todo el estado está presente el gobernador.
Por eso creo que el año que está por iniciar será mejor que el que se va. Y es que lo mismo hay anuncios de obra pública para una región del estado que para otra, y por supuesto, programas sociales y proyectos productivos que espero, pronto rindan frutos, pues como bien dice el gobernador, no hay tiempo para aprender o probar.
Por supuesto, no creo que se acabe con la violencia, pero sí confío en que ésta habrá de disminuir, precisamente porque hay un gobierno que trabaja para ello, contrario a los últimos años cuyos gobernantes se la pasaron enriqueciéndose con el dinero del pueblo, emborrachándose y tirándose en la hamaca. Hoy, así lo he visto, es diferente.
Confío, o mejor dicho, estoy convencido de que el 2016 será mejor que el 2015. Así lo espero. Espero y confío que la inseguridad y la violencia disminuya, que los políticos y gobernantes ya no se roben el presupuesto, y que verdaderamente trabajen por el pueblo. Conservo la esperanza de que los próximos 365 días serán mejor, es decir, de seguridad, de paz, de tranquilidad, de trabajo y de progreso, para que nunca falte comida en la mesa de ningún guerrerense.
También confío en que los maestros regresen a dar clases, que los centros de salud tengan médicos y medicamentos, que los campesinos tengan mejores apoyos para hacer producir el campo y nunca nos falte lo que producen, y que los colonos y los que no tienen un techo propio, lo consigan. Espero que este 2016, los alcaldes entiendan que no llegaron al cargo para apoderarse de los dineros de los ayuntamientos.
Y espero seguir teniendo vida para seguir escribiendo estas Epístolas; espero seguir teniendo salud para seguir haciendo lo que me gusta, y para estar junto a los míos, junto a mi mujer, junto a mis hijos, padres, hermanos y demás familiares. Y por supuesto, para estar con todos mis amigos.
Sí. Espero que este 2016 pueda seguir conservando a quienes me siguen leyendo a través de estas Epístolas, a quienes las comparten, y a quienes las comentan, para bien o para mal. A todos ellos, a todos ustedes, mujeres y hombres, desde este espacio les envío un saludo y un abrazo afectivo, esperando que los próximos 365 días sean de trabajo, de salud, de amor y de progreso. Espero que reunidos en familia, con sus seres queridos, brinden por el año que está por comenzar, confiando en que será mejor.
Y a aquellos que no conozco, pero que como yo, o como ustedes también viven en Guerrero, confío en que estén bien, que se la pasen súper, y que si tienen problemas, ojalá el Ser Supremo, Todopoderoso, les envíe la fortaleza y el coraje para salir adelante, o en su caso, la resignación para aceptar lo que no se puede cambiar. A todos ellos, un abrazo fraterno.
Por último. Usted, Ustedes, son más grandes que sus problemas.
Comentarios: julio651220hotmail.com

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